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Nervios en Nervión

Escrito por Viernes, 25 Septiembre 2015

    Opinión. "La afición sueña con una victoria de su 'Rayito' en un campo que se atraganta como lo hacía el viejo San Mamés y en el que ya hay ganas de dar un golpe de autoridad con el fútbol por bandera"


    Opinión. El Rayo Vallecano acude a la casa de uno de los grandes de la liga, un mastodonte de los que se sitúan al cobijo de los tres equipos más potentes de la competición, un club con potencial suficiente para entrar en el mercado de fichajes por la puerta grande y salir con el contrato del jugador que buscaban debajo del brazo. Igualito que el Rayo... en fin, si las comparaciones son odiosas, en este caso no tienen ningún sentido.

    Se hace extraño ver a todo un Sevilla de Champions cerrando la clasificación. Un arranque con muchas dudas, con malos resultados y caras largas que no puede esconder lo que hay detrás, una plantilla hecha con criterio, un equipo del gusto del entrenador y unos jugadores que, cuando se pongan las pilas, nadie tiene dudas que volverán a lucir en lo más alto de la clasificación.

    Y aquí aparece el 'Rayito', con sus remiendos, con su filosofía, con su apuesta... con Bebé, Guerra, sin Pablo, sin Zé, pero con la magia de Trashorras y Jozabed, la verticalidad de Embarba y la capacidad de trabajo de Llorente o Amaya... preparado para asaltar un estadio que se atraganta históricamente, preparado para aprovechar los nervios de Nervión. La apuesta del Rayo, por todos conocida, es capaz de poner en aprietos al Sevilla, de la misma manera que es capaz de hacer resurgir 'a un enfermo terminal', incluso a lo largo de un mismo partido. Es lo que tiene Jémez y su idea de fútbol, es lo que tiene arriesgar donde otros no se complican y jugar donde casi nadie lo hace. Bonito, sí, arriesgado, también, y de momento dando resultados, algo innegable.

    Mañana el Rayo se enfrenta a un Sevilla que no juega su liga, a un equipo herido en su orgullo y necesitado de una victoria que apacigüe los ánimos. Un arma de doble filo que te puede valer para reivindicarte como revelación o para colocarte en ese lugar del que se supone que no debes salir. Toño hablaba de humildad, Jozabed de las dificultades del rival y el estadio y, entre tanto, la afición, que dejó de lado los pitos y abucheos para aplaudir a los suyos, sueña con una victoria de su 'Rayito' en un campo que se atraganta como lo hacía el viejo San Mamés y en el que ya hay ganas de dar un golpe de autoridad con el fútbol por bandera.

     

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