Rayo Vallecano y Betis llegan al partido del domingo con sensaciones similares pese a los resultados opuestos que ambos conjuntos lograron en la última jornada. Sus buenas prestaciones ante Sevilla y Sporting respectivamente, hacen albergar fundadas esperanzas a los técnicos de ambos conjuntos de sumar tres puntos de tranquilidad de cara al próximo parón en la competición. Los verdiblancos, que no han encontrado el camino de la victoria en Vallecas en las últimas temporadas, intentarán romper su racha y la de su entrenador en el estadio franjirrojo.

Viejos 'rockeros' rayistas al servicio del Real Betis

Varias son las caras conocidas con las que llega el Betis a Vallecas. Las más notables la de su entrenador, Pepe Mel, y la de su máximo goleador, el grancanario Rubén Castro. Uno y otro pasaron por el Rayo y ambos unieron sus caminos con la verdiblanca de un Betis al que han sabido entender y con el que ambos se sienten plenamente identificados. Al técnico, que no había que convencerle por su pasado bético, le queda el honor de haber logrado el ascenso del Rayo a Segunda División, pero su destino siempre estuvo ligado a los cantos de sirena que llegaban año tras año desde Heliópolis.

Para Mel, el partido del domingo seguirá siendo especial, aunque con el paso de los años -y las derrotas en Vallecas- el enfrentamiento, sin perderlo totalmente, va rebajando el tono afectivo que lo inundaba en las primeras apariciones del madrileño como visitante.

El Betis viaja a Madrid con las bajas confirmadas de Van der Vaart y Vargas y con la duda de un Joaquín que ha estado toda la semana sin entrenar a pleno rendimiento. El gaditano, pieza clave para el cuadro sevillano en este arranque liguero, es el encargado de nutrir de balones desde la banda para la llegada del siempre oportuno y peligroso Rubén Castro.

Los verdiblancos derrotaron en la última jornada al Sporting, tras una floja primera parte. A la vuelta del vestuario el conjunto andaluz imprimió al juego la velocidad y la intensidad reclamadas por su técnico para el partido del domingo, porque "si no igualamos esa intensidad, estaremos fuera del partido" afirmó en la rueda de prensa previa.

Con los verdiblancos vendrá Vadillo, el fichaje frustrado del Rayo en el mercado de verano, y que pese a no contar a priori con la confianza del técnico está teniendo sus minutos en este inicio de competición.

El Rayo intentará mantener la línea del Pizjuán para sumar tres importantes puntos

El objetivo del Rayo Vallecano, antes del parón y de la visita al Camp Nou, es lograr una victoria que le deje en una zona cómoda y tranquila, para afrontar el descanso y la visita al Barsa instalado en el confort de una clasificación que pudo haber dado un vuelco de haber hecho efectivo el buen trabajo desarrollado ante el Sevilla el pasado fin de semana. Para conseguirlo, los de Jémez recuperarán a Zé Castro y Tito, dejando por el camino a un Antonio Amaya que estará un mes fuera de los terrenos de juego por su sanción tras la expulsión del Pizjuán. 

Jémez, que no querrá mover muchas fichas viendo el buen rendimiento ofrecido, podría hacer un intercambio de cromos, con Zé y Amaya y quizá Tito y Nacho, dejando el resto del equipo sin apenas variaciones. El triángulo formado por Baena, Trashorras y Jozabed ha sido el gran descubrimiento de este tramo de competición, mientras Bebé y Embarba, que ha sustituido con garantías al lesionado Pablo Hernández, parecen asentarse definitivamente en los costados. La punta de ataque, sin discusión, será para un Javi Guerra en racha goleadora.

El Rayo estrenará su récord de abonados en la mañana de un domingo que promete el primer gran 'entradón' de la temporada.