PUBLICIDAD

Columna de opinión. Afición

La frialdad de la grada de Vallecas

La animación del Estadio de Vallecas no se parece a lo que era hace algunos años, hoy volvió a pasar

Escrito por Domingo, 11 Noviembre 2018

    Opinión. "La grada de Vallecas se ha convertido en un lugar frío, casi sin alma, huérfano de lo que no hace tantos años emanaba por los cuatro costados"

    Opinión. Hoy, en contra de lo que suele ser habitual en mí, voy a escribir en caliente. Los que lleváis años siguiendo a PxR sabéis que suelo dejar pasar algo de tiempo para sopesar bien el resultado de mis pensamientos y no dejarme llevar por sensaciones que seguramente en muchas ocasiones sean erróneas. Hoy no puedo hacerlo y seguramente no deba hacerlo. Voy a empezar en la grada de Vallecas y voy a terminar en el mismo lugar. Un giro de 360 grados que me ha dejado muy preocupado en la tarde de hoy, sobre todo porque confirma claramente la extraña sensación que estoy viviendo este año.

    Empezaré por el principio. Primero un abrazo enorme a la familia de Jorge, a los amigos de Jorge, a los conocidos de Jorge y a todos los rayistas de bien que hoy han sentido suya la pérdida de Jorge. El club, desde mi punto de vista ha estado al nivel que se espera de un club que cuida detalles. El ramo de flores y la camiseta firmada por todos los jugadores, la presencia de tres miembros de la primera plantilla haciendo entrega de los mismos... hasta ahí bien. Me faltó, como a la gran mayoría, el minuto de silencio, pero seguramente se entendió que el homenaje cercano y personal era un detalle a la altura de las circunstancias. Yo, sinceramente, lo eché en falta. Cuando me enteré que no se iba a producir, lo supe ayer, me sorprendió. Hubiera sido la guinda a un momento muy emotivo.

    La respuesta de la afición de Vallecas 'inventándose' un minuto de silencio donde oficialmente nadie lo había previsto vuelve a poner en su sitio a esta grada diferente, a esta grada única. Fue realmente espectacular vivir ese momento en el que de manera coral los que siempre animan levantaron sus bufandas al viento y el resto del estadio les acompañó casi enmudecido. Lo único preocupante de este precioso homenaje a Jorge es que muchos de los que siguieron ese momento, no tenían ni idea de lo que estaban viviendo, simplemente siguieron mudos, como siempre o casi siempre.

    Ahí empieza mi gran preocupación. Ahí empieza lo que me ha llevado a escribir estas líneas. La grada de Vallecas está casi irreconocible. La grada de Vallecas se ha convertido en un lugar frío, casi sin alma, huérfano de lo que no hace tantos años emanaba por los cuatro costados. Ya no tengo tan claro que lo que escribía hace unos años ahora tenga mucho sentido. Recuerdo que vivir un solo minuto entre esos cuatro muros, un solo instante, era razón más que suficiente para enamorarse de ese estadio, ese escudo, ese club y esa afición. Recuerdo escribir que el ambiente cerrado, de constante animación, de apoyo incondicional era algo que me cautivó desde el primer día. Recuerdo un Estadio de Vallecas muy diferente al de hoy, al de ahora. Incluso hablando con compañeros que llevan bastantes menos años que yo en esto del rayismo en vena, me decían que les parecía algo 'extraño' el ambiente. Sí, es así, extrañísimo. No sé describirlo, pero la frialdad con la que se vive hoy en día un partido del Rayo me hace plantearme qué puede estar pasando. Y no llego a ninguna conclusión definitiva así en caliente, veremos con el paso de las horas, aunque llevo bastante tiempo dándole vueltas al tema.

    No sé si este fútbol cada día más milimetrado, más controlado, más televisado, más atontado, ha terminado por engullir la magia que quedaba en el reducto vallecano. No sé si la afición no termina de identificarse con jugadores que cada día parecen estar más lejos del sentimiento del barrio, no sé si las guerras con la directiva han hecho que la gente se desconecte por completo, o casi, de lo que significa ser del Rayo. No sé si el regreso a la Primera División (aunque también lo viví en muchos momentos de temporadas anteriores -lo achaqué a las dificultades deportivas del equipo-) ha terminado por hacer que aflore una afición que en otras circunstancias no estaría presente. Hay demasiados "no sé". 

    Me da pena comprobar cómo Vallecas se ha convertido en ese sitio en el que Abdoulaye recibe silbidos, No estoy valorando si los merece o no, estoy hablando de cómo se comportaba Vallecas hace años con los suyos y cómo le afeábamos a algunos que se mofaran de Mojica o que se metieran con Cobeño. Ahora todos queremos competir con Messi, todos queremos estar en la pelea y algunos (unos cuantos, que para mí son demasiados) no permiten que Abdoulaye se equivoque dos veces seguidas. Esto, que en otras circunstancias sería una simple anécdota, destaca por la frialdad del ambiente de Vallecas. Todos los jugadores resaltan lo importante que es la afición del Rayo, que no deja de animar durante noventa minutos y que siempre está ahí. Salvo por honrosas excepciones, que sé de sobra que las hay porque les conozco, en realidad se están refiriendo a Bukaneros. Si ellos animan, en algunos momentos, 'encienden' la mecha, si hacen un minuto de silencio, algunos les siguen y otros, mientras tanto, siguen haciendo lo que desde un primer momento fueron a hacer, seguir comiendo pipas (hoy he comprobado el excepcional ruido que provocan muchos aficionados dedicados al noble arte de comer pipas -algún día deberíamos grabarlo y escucharlo, es tremendo, no es ninguna exageración-).

    El día que recupere a Vallecas de nuevo, el día que vuelva a sentirme orgulloso del ambiente de mi estadio, ese día volveré a ser feliz. Entre tanto, seguiré escuchando cómo suenan los silbidos y cuán amargo es el ruido que provocan las pipas en determinadas zonas de Vallecas.

    Escúchanos aquí

    SÍGUENOS EN TWITTER

    Ultimo partido

    Próximo partido

    05-05-2024 21:00