Opinión. Hoy voy a empezar mi columna con una máxima que no siempre se cumple, pero que por repetitiva debemos entender que no está completamente alejada de la realidad. Vallecas no es un lugar fácil, Vallecas y su gente luchan, Vallecas es diferente. Vale, quizá suene a autocomplacencia, a titulito fácil y 'molón', pero casi siempre encontramos razones para defenderlo. El sábado vivimos uno de los episodios más tristes de la era actual del Rayo y en PxR lo quisimos vivir desde dentro en todo su esplendor y con máximo detalle. Los aledaños, la grada, el fondo, la crudeza de la situación merecía todas las opiniones, todas las situaciones. Esto es algo que no todo el mundo entiende, esto es algo muy fácil de malinterpretar por aquello de "o estas conmigo o estás contra mí". Y en Vallecas hoy en día está claro que cuando hablas con "A" estás contra "B" y si lo haces al contrario ya sabéis el resultado. En situaciones de crisis es muy difícil estar calmado, controlar las emociones y todo se ve de un único color... por más que uno intente explicarse. Cuando además tienes poder, para qué escuchar a nadie. En algún momento profundizaremos algo más sobre determinadas situaciones que ahora es mejor dejar aparcadas por el bien de todos.

El sábado la grada del Estadio de Vallecas estuvo medio vacía, o quizá para ser justos, medio llena, porque cada cual lo ve con el prisma de su realidad. Pleno mes de Agosto (una de las ligas más importantes del mundo debería controlar los períodos mucho mejor y no querer parecerse al resto por el simple hecho de parecerse). En España, Agosto es Agosto, pero para Laliga, Agosto es como Octubre, Febrero o Abril. Ellos mandan. El resultado, evidentemente, viene marcado por un período estival que nadie puede pasar por alto. Influencia clara y directa. Además, con todo el respeto del mundo, el rival tampoco era un reclamo que obligara a algunos a hacer un sobreesfuerzo.

Que el Rayo haya superado su máximo histórico de abonados en Segunda División en este momento me vuelve a demostrar que la pasta de esta gente es diferente. Muchos veíamos como más que posible una desbandada desmedida tras el descenso, tras el fracaso del año pasado, tras la desconexión entre equipo y afición. Pues, como en tantas otras ocasiones, también en esto parezco haberme equivocado. Desbandada ha habido, menor de la esperada, pues sí. Y teniendo en cuenta el siguiente efecto, que también ha existido y es muy potente, la desbandada es mucho menor.

El efecto ya lo hemos comentado en nuestra web durante todo este verano. Que el Femenino esté fuera del abono solo perjudica al Femenino, ahí no tengo dudas, que los minusválidos paguen más, solo perjudica a los minusválidos, que los jóvenes, los parados, las familias y tantos y tantos colectivos o individuos no vean premiada su fidelidad, perjudica, como todo lo anterior en su conjunto, al propio Rayo. Es muy discutible, como todo en esta vida, la postura de los aficionados que han decidido no abonarse. Discutible, pero totalmente respetable. Es muy discutible, la opinión de aquellos que decidieron abonarse, pero no quisieron entrar al campo, tan discutible como respetable. Y también sería discutible que, en un momento como este, haya aficionados que decidieran entrar al estadio. Una vez más, discutible, pero respetable. El sábado, en mi búsqueda del mayor número de puntos de vista posible me encontré con amigos, gente que vive el Rayo al máximo, con experiencia en mil batallas, y que veían las cosas muy diferentes. "Si consigues convencerme de los beneficios de no entrar, te sigo" y la respuesta era "el beneficio no se consigue entrando, ¿qué sacas?".... debate eterno, debate estéril, con mil aristas, con mil reproches, con mil explicaciones, debate, debate, debate... al final, el que no quiso entrar, no lo hizo, y el que quería, "de mi casa no me echa nadie".

El sábado la fiesta no fue completa para nadie. No hubo "quedada" masiva, ni mucho menos, en los aledaños del Estadio de Vallecas. No hubo entrada digna al Estadio. El ambiente no fue frío, fue gélido, apático. El equipo tampoco enganchó a los que mediollenaban las gradas. En definitiva, que no hay peor manera de empezar la liga. ¡Qué sábado más triste!

Todos pedimos diálogo, Jémez se suma a la causa aunque "alguien el otro día me dijera que me tenía que posicionar", él no quería pero ya lo hace, con cuidado, lógicamente, pero lo hace. Su papel pretende ser de mediador entre las partes, de buscar un consenso, una solución al problema. No dice el entrenador, y tampoco mucha otra gente, que ese diálogo que se pide ya existió y que, por el camino, se terminaron quemando personas que, defendiendo el bien común, fueron ninguneadas y salieron malparadas de ese diálogo que ahora parece ser la solución. El primer paso debería ser el de reconocer la labor de esos rayistas que en la sombra trabajaron para que todos tuviéramos mejores condiciones en los abonos y que han terminando 'pagando', con su frustración y sus disgustos personales, todo lo que ha ocurrido más adelante.

Pasó el partido del Mirandés, llegará el del Sporting en Gijón y de nuevo el Dépor en casa, ya con mucha más gente de regreso tras sus vacaciones (veremos ahí, la fuera de todos los que defienden la huelga de asistencia). Entre tanto, nada parece moverse en la línea de entendimiento y comprensión que debería. Las posturas están muy alejadas, los pensamientos son antagónicos, esto tiene muy mala pinta.

Lo del sábado fue un despropósito de principio a fin, una muestra más de lo mal que se están haciendo las cosas en general, una piedra más en el camino de un Rayo roto, de un Rayo con división, de un Rayo al que me cuesta reconocer. Lo dije en mis retransmisiones veraniegas, me da mucha pena ver mi club, mi casa y a mi gente en esta situación. Me da mucha pena ver a amigos de años de grada y viajes "enfrentados" por lo que más quieren. Me da mucha pena ´veros así.

Y cierro mi columna de hoy volviendo al principio y con otro comentario directo a quien quiera leerlo. Aunque parezca blanco, a veces hay que escuchar al de enfrente para entender que quizá es un poco gris, o hasta negro. Si no lo haces es fácil que te puedas equivocar. Si además aprovechas tu poder para hacer más daño todavía, ahí ya no estamos ante un "calentón", sino ante un aprovechamiento desmedido de tu posición de "poder". Dicho esto, viva el Rayo, viva Vallecas. Terminaremos saliendo de esta, como siempre.