Cuando una plantilla y un cuerpo técnico, por muy profesionales que sean, afrontan una semana de problemas extradeportivos lo lógico es que eso se acabe pagando en el césped. Y en el Rayo Vallecano Femenino muchas de sus jugadoras y técnicos están al límite.
La falta de contratos y alta en la seguridad social, retrasos y errores en los pagos cada mes, impago de los alquileres de sus casas, ausencia de médicx y delegadx o la falta de material deportivo y ropa impiden a todo un grupo pensar únicamente en lo que tienen que pensar: fútbol.
Cuando suene el pitido inicial en Unbe para enfrentarse al Éibar Femenino las rayistas llevarán dos meses de incumplimiento de compromisos, de maltrato y de trabajo sin reconocimiento por parte del club. Lo de la afición es otra cosa. Porque pese al largo desplazamiento y aprovechando el Osasuna - Rayo Vallecano de ayer habrá muchos rayistas apoyando al Rayo Femenino.
Miguel Ángel Quejigo viaja con todas sus jugadoras en la primera convocatoria de Millene. Larque, Bores, Struck, Andújar, Hayden, Yoko, Leles, Iris, Isadora, Carla Bautista y Bulatovic podrían formar el 11 inicial de las franjirrojas. En el equipo rival el peligro tiene nombres y apellidos: Ana de Teresa. La futbolista cedida el pasado año en las filas rayistas se medirá a sus ex compañeras.
Patricia Luna Varó será la colegiada del partido en la que el Rayo Vallecano Femenino buscará puntuar por primera vez fuera de casa tras dos derrotas consecutivas ante Atlético de Madrid y Madrid CFF. 90 minutos para pensar única y exclusivamente en fútbol. Lo que pase después, ya se verá...