Fue la primera pregunta que le hicieron a Íñigo Pérez en la rueda de prensa posterior al partido. Y tanto la pregunta como la respuesta era algo esperado y común entre todos los que han visto al Rayo Vallecano contra el Barcelona y Villarreal. Dos derrotas de los de Vallecas en dos encuentros con muchas cosas en común.

En ambos encuentros, los franjirrojos tuvieron claras oportunidades no solo para puntuar sino incluso para llevarse el partido. Sin embargo, en los dos choques hubo un importante condicionante para ello que no solo tiene que ver con lo deportivo y con la eficacia en las áreas.

Hablamos, lógicamente, de lo sucedido con la actuación arbitral. Si en Barcelona, los de Vallecas reclamaron hasta 3 penalties, en su estadio nadie terminó de entender por qué se había expulsado con tarjeta roja a Jorge de Frutos cuando hacía unas jornadas una acción peor que esta en un Betis - Getafe no fue rearbitrada por el VAR.

Si a todas estas similitudes le sumamos que la alineación titular fue idéntica en las filas de los de Íñigo Pérez y que el equipo rival se llevó el triunfo en una jugada a balón parado queda claro que hay muchas similitudes en las dos derrotas.

Y en ninguna de las dos ocasiones mereció perder. Pero lo hizo. En ambos casos por la mínima. Y en ambos casos quedándose sin anotar.