Hemos visto el 'partido perfecto' del Rayo en comparación con lo ofrecido hasta ahora?

No, porque soy muy inconformista. Hemos visto a un Rayo Vallecano diferente, creo que fuera de casa tenemos que coger este estatus de equipo compacto, junto, marcando intensidad y saber dónde podemos hacer daño al rival. Hoy el equipo ha estado muy bien, ha maniatado al Cádiz, no le ha dejado hacer su fútbol y me quedo con la actitud del equipo, que poco a poco ha ido metiendo al Cádiz en una situación de desquicio. Llegábamos fácilmente al área y, además, las vigilancias defensivas con Ortuño eran buenísimas. En este camino es en el que tenemos estar, pero no nos olvidemos que lo hemos hecho en casa, con nuestra gente, y tenemos que saber respetarnos y cuando salgamos fuera hacer lo mismo, porque con nuestra gente somos muy valientes y lo hacemos muy bien, pero hay que hacerlo fuera si queremos estar ahí arriba.

¿Qué te ha parecido la pitada constante a Miku, que incluso después de meter su gol le han seguido pitando?

Si volvemos a incidir más en el 'caso Miku' vamos a apretar un botón de autodestrucción y yo creo que lo que tenemos que hacer es remar todos hacia adelante. Se han aclarado muchas cosas y el jugador con la intensidad y las ganas que ha tenido en el campo ha demostrado que quiere vestir la franja. Yo soy entrenador, me debo al club y a la afición y no puedo estar en conflicto constante. Todos queremos el bien del Rayo Vallecano y el sentido de pertenencia que tiene la afición es lo que hay que transmitir a los jugadores. Eso se ha transmitido hoy y por eso hemos hecho este partido.

¿Cómo gestiona el entrenador una situación como esa?

Lo que tenemos que intentar es gestionar el juego del equipo y hoy no ha sido todo Miku, ha sido todo el equipo. No vamos a borrar el partido del Rayo Vallecano, que ha ganado 3-0 dejando portería a cero por cuarta jornada consecutiva. En casa somos un equipo muy sólido y el equipo rival ha tenido mínimas ocasiones de gol y me quedo con eso. Poco a poco tenemos que sumar y mirar hacia adelante si queremos un Rayo fuerte. El ejemplo fue el año mío del ascenso, en el que todos los conflictos los intentamos solucionar y que la gente que salía al campo se dejara la vida. A partir de ahí, me toca gestionar fuera, arriba, abajo y por todos los lados y espero no equivocarme.

Ha sido un gran partido colectivo, pero en lo individual se ha visto a un gran Lass.

Lass poco a poco va cogiendo el tono y al no jugar otros partidos ha salido con muchas ganas, igual que Rat, Santi (Comesaña) o Cristaldo. Esa intensidad nos ha venido muy bien. Sabíamos que con Lass podíamos hacer daño, porque por banda dejaban la defensa un poco por delante de los dos centrales y cuando recuperábamos balón buscábamos la banda para hacer dos para uno. Galán y Rat han ayudado mucho a que Lass, Adri y luego Alex hicieran ese juego. Le ha faltado una buena última toma de decisiones, porque un gol le hubiera servido mucho moralmente. Es una lástima que le perdemos para el partido de Oviedo, porque se va con su selección. Hay que intentar que los jugadores tengan confianza y sumen para el equipo, porque lo colectivo está por encima de lo individual.

¿Qué jugador ha provocado que el Rayo maniatara al Cádiz?

Queríamos contrarrestar su juego aéreo, porque sabíamos que fuera de casa utilizan mucho el juego directo para ganar segundas jugadas y a partir de ahí jugar por bandas y hacer centros laterales. Queríamos cortar ese hilo conductor y así tener las bandas anuladas totalmente. Cuando sus jugadores de banda se abrían, nosotros también jugábamos muy abiertos, los extremos nuestros se metían por dentro y hacíamos una pirámide para que no les llegara el balón. Sabíamos que en el centro del campo, si apretábamos, algún balón íbamos a robar. En el juego aéreo tanto Zé como Amaya son muy potentes y venir aquí a Vallecas a jugar así es una osadía. Si algo tenemos en los dos centrales es que van muy bien de cabeza y hemos ganado todas las segundas jugadas de la primera parte. A partir de ahí lo que ellos querían hacernos se lo hacíamos nosotros a ellos, que era recuperar el balón, abrir por banda y encontrarnos con dos para uno. Así el Rayo se ha encontrado cómodo y en la primera parte el resultado ha sido corto, tras fallar el penalti y alguna ocasión a bocajarro. Eso nos ha venido bien para que en la segunda parte saliéramos con intensidad y no bajáramos de intensidad, porque si el Cádiz se mete es muy peligroso.

¿Se esperaba un Cádiz tan blando?

En la Segunda División no podemos juzgar a los equipos por cada partido que hagan. Hay que dar mérito al Rayo Vallecano, que ha sido el más fuerte de toda la temporada. El Cádiz es muy fuerte en su casa, haciendo grandes partidos, y para mí una de las cosas buenas de este partido es que hemos ganado a un gran equipo, que venía en línea ascendente, tenían al 'pichichi' de la categoría, Ortuño, y teníamos que intentar que no tocara balón y que si lo hacía estuviera muy aislado. Estoy seguro que esto le vendrá muy bien para el partido de casa, igual que nos vino a nosotros el partido de Reus, que fue un desastre.

¿Cómo está Embarba?

En una jugada ha estirado demasiado la pierna y al caer ha pisado a un rival y ha sufrido un acortamiento, pero creemos que no ha llegado a ser rotura. Tenemos dos días para evaluar y verlo y espero que no sea nada, porque para nosotros es muy importante. Hoy ha hecho una labor tremenda. Felicitamos a toda la gente de banda, aunque están cayendo como moscas.

El Rayo en casa genera mucho, pero además está muy sólido en defensa. ¿Cómo valoras esa faceta en un equipo que venía de encajar muchos goles en temporadas anteriores?

Creemos que debemos construir el Rayo desde la base. A veces hemos jugado con doble pivote, otras veces con uno como hoy, que ha jugado Cristaldo, y el estar juntos en la segunda jugada e ir a la presión para crear desequilibrio, hubiera sido una equivocación. El Cádiz bascula mucho y hacia el centro, con líneas muy juntas. Hay que intentar que cuando se pierde el balón, estemos muy juntos para que no rote y nos llegue a banda. Hemos cogido la medida de nuestro campo, las estrategias las estamos defendiendo muy bien, incluso con Manucho que nos ayuda muchísimo porque en la estrategia defensiva es imperial. Hemos dejado portería a cero y en el golaverage estamos en +1, que era mi obsesión. Eso nos va a dar equilibrio, porque arriba sabemos que tenemos gente que marca las diferencias. Hay que tener paciencia, habrá partidos feos, pero vamos a seguir buscando la portería a cero y a partir de ahí esperar que el Rayo vaya para arriba.

¿Qué te ha parecido el partido de Comesaña y Cristaldo?

Sabíamos lo que nos podían dar. En los entrenamientos con el seguimiento GPS estaban en unos parámetros buenos. Buscábamos más portería contraria para evitar lo de Reus, que cada vez que dábamos un pase al centro había que buscar otra vez atrás. Comesaña es un jugador que con ritmo de partidos nos va a dar muchas tardes de gloria. Es un jugador muy joven, al que hay que permitir que se equivoque, y se asocia muy bien con Trashorras, con las bandas y hace jugadas muy buenas de uno o dos toques y eso al equipo rival le penaliza mucho. Poner a los tres en ese triángulo era importante, pero sobre todo convenciendo a Cristaldo para que jugara de 'seis', que ya fue algo que hicimos con Javi Fuego, que venía como un 'ocho' y le hicimos un 'seis'. La virtud de tener buenos jugadores como Zuculini, Clavería o Cristaldo nos permite tener alternativas para jugar en diferentes campos, porque la Segunda División es un juego diferente dependiendo de en qué campo juegues.

¿Está encontrando el Rayo ese descaro de la pretemporada al que en otras ocasiones has aludido?

Se está empezando a soltar y a adaptarse a la competición. Si somos inteligentes y estamos posicionados para las segundas jugadas, esos espacios los podemos ganar con ese atrevimiento de Lass, Embarba o Alex. El centro del campo hoy ha sido más atrevido, pero lo hacemos en casa y nuestra asignatura pendiente es hacerlo fuera, en Oviedo intentaremos hacerlo. Lo que más me gustó de mi equipo es que contra el Getafe éramos últimos y supimos jugar con esa presión. El que no sepa manejar bien las derrotas será el equipo que toque fondo. Nosotros en ese aspecto hemos tocado bien ese punto, porque jugando como últimos hicimos un gran partido contra el Getafe y a partir de ahí coger confianza y ganar efectivos con jugadores a los que les ha costado y que la pretemporada no ha sido buena para ellos.