ATHLETIC 3 - RAYO VALLECANO 2

Pocos podrían haber adivinado el guion de una locura colectiva como la que hemos vivido esta tarde en el manicomio de San Mamés. Athletic y Rayo brindaron un espectáculo futbolístico en el que no faltó de nada para aderezar una nueva derrota de los vallecanos, que siguen mirando al resto de rivales para entender que esto aún tiene recorrido y que la Primera División no está tan lejos como parece. Hoy, Jémez varió levemente el planteamiento inicial dando entrada a Medrán en el centro del campo. El resto de la alineación la reconocible, con Alex en el extremo, Tito en el lateral izquierdo, Bebé en el lado contrario y el peruano Advíncula, que sería protagonista principal, en el lateral derecho.

El partido no empezó como seguramente había planteado el técnico vallecano. Un lanzamiento de falta lateral, mal defendido por el Rayo, permitió a Iñaki Williams recibir en ventaja dentro del área para centrar y aliarse con la diosa fortuna logrando el primer gol de la tarde. El pase del delantero rojiblanco tocaba en Amat y sorprendía a Alberto, que fue el gran héroe de los rayistas por segunda jornada consecutiva. Apenas se había consumido el primer minuto del choque y el Rayo ya tenía que remar con todo en contra. 

El gol y el ímpetu locales hacían el resto. El Athletic superaba al Rayo en intensidad, en potencia, en intenciones y en fútbol y fruto de ello, con el primer cuarto de hora disputado, llegaría la ocasión de encarrilar definitivamente el partido para los locales. Un penalti revisado por el colegiado en la pantalla del VAR supondría la mejor ocasión para que el Athletic pusiera tierra de por medio. Medrán se volvió loco, empujó a Raúl García y las cámaras del VAR le pillaron infraganti. La locura de San Mamés empezaba a fraguar su historia y Alberto la suya personal. El cancerbero adivinó las intenciones de Raúl García y, por segunda semana consecutiva, detenía el penalti y metía de lleno al Rayo en el partido.

Los vallecanos, que hasta ese momento habían estado deambulando por el césped, se sintieron reactivados y empezaron a jugar al fútbol. El balón era suyo, las intenciones también y los locales, presa de los nervios y sintiendo el cambio experimentado por el Rayo, llevaban la inquietud a la grada bilbaína. Bebé probó fortuna con dos remates alejados que empezaron a sembrar la duda entre los vascos. El Rayo jugaba mejor que el Athletic y empezaba a hacer el camino que se abriría de par en par más adelante. No había ocasiones de gol, pero tampoco se sufría, y las cosas parecían mucho más claras cuando tras una revisión de VAR, Martínez Munuera corregía su decisión inicial de señalar un segundo penalti a favor de los leones. Una caída de Williams ante Abdoulaye había engañado al colegiado, pero de nuevo el VAR tendría protagonismo en el duelo.

Cuando todo se encaminaba a cerrar la primera parte con el 1-0 parcial, Alex Moreno enganchaba un buen balón en el segundo palo para, en el descuento, lograr el 1-1 y abrir definitivamente las hostilidades y seguir aumentando la mística de un choque de locos.

Advíncula dejaría al Rayo 'colgado' con una expulsión que marcó el choque

Nada más arrancar la segunda mitad, Iñaki Williams marcaba el 2-1 con otro remate 'mordido' y el peruano Advíncula, en apenas tres minutos, dejaba a su equipo en inferioridad numérica por doble amonestación. El más difícil todavía para el Rayo. De nuevo por debajo en el marcador y con diez contra once, la odisea parecía imposible. La segunda parte fue un espectáculo con muchas acciones reseñables. Alberto detenía un disparo de Williams haciéndose grande para tapar los huecos, manteniendo al Rayo con vida una vez más. El tiempo pasaba y el Rayo lo seguía intentando pese a la inferioridad numérica. Mario Suárez marcaba el empate, pero una vez más el VAR tendría protagonismo. Fuera de juego, por milímetros del centrocampista franjirrojo y tanto anulado para desilusión vallecana. Seguíamos viviendo de todo, Goles, expulsiones, penaltis de VAR, penaltis anulados por VAR, goles anulados por fuera de juego... increíble.

En el minuto 70 Beñat remataba con violencia al larguero de la portería de Alberto y Abdoulaye un segundo después salvaba sobre la línea el tercero para los locales. Un minuto después llegaría el gol de Raúl García, con un disparo que se colaba por debajo del cuerpo del meta rayista. El Rayo se iba arriba con todo, dejaba a tres atrás y buscaba la heroica para levantar el 3-1. A la contra pudo matar el Athletic, sobre todo en una acción de cinco contra dos muy mal culminada por los locales. También pudieron hacerlo a falta de cuatro para el final, pero, una vez más, volvieron a toparse con la omnipresente figura de un excepcional Alberto. Dos paradones del meta y un gol de RDT a falta del último arreón, daban un último atisbo de esperanza para un Rayo que en lo que quedaba y el descuento buscó un empate que no lograría y que le deja nuevamente con la sensación de haber dejado escapar una oportunidad de sumar puntos, volviéndose para Madrid con cero en su casillero y con la salvación más cara todavía. El duelo ante el Huesca ya sí se antoja como definitivo para seguir o no con vida en esta liga... por enésima vez este año.