El Rayo Vallecano está consiguiendo resultados muy diferentes cuando juega al cobijo de su público en el Estadio de Vallecas o cuando lo hace lejos del barrio. Su marcha, casi inmaculada en Vallecas, contrasta con los resultados obtenidos lejos de casa donde, más allá de los puntos acumulados, no ha sido capaz de mantener en ninguna de las jornadas disputadas su portería imbatida.
El estreno liguero se produjo con la amplia derrota en Nervión ante el Sevilla por 3-0, en el peor partido de la temporada para los de Iraola. En ese encuentro, aunque el portero titular fue Luca Zidane, el que recibió los tres goles fue Stole Dimitrievski, que tuvo que ocupar el lugar de su compañero expulsado por roja directa.
Una semana más tarde, en la segunda jornada, y de nuevo de visitante, el conjunto vallecano volvía a perder, en esta ocasión por 1-0 ante la Real Sociedad. Segundo partido fuera de Vallecas y segunda ocasión en la que los vallecanos eran incapaces de mantener su portería imbatida.
Después llegarían los dos mejores resultados cosechados de visitante en lo que va de temporada, pero una vez volvía a repetirse la misma historia. En el Ciutat de Valencia empate a un goles y en el Nuevo San Mamés, victoria, pero por 1-2. Dos nuevos partidos y otros dos tantos en contra.
Pero la historia continuó. Primero en Pamplona, con derrota por 1-0, aunque el gol llegó en el minuto 91. Esta fue la oportunidad de haber conseguido un '0' en contra, pero Manu Sánchez evitó tal circunstancia. Y, a continuación, cinco goles más en los dos últimos partidos. En Sevilla, ante el Betis, tres goles encajados por Dimitrievski, que en el Bernabéu tuvo que sacar otras dos veces más el balón de su portería.
En resumen, 12 goles en contra, que tras el Levante es el peor guarismo, empatado con Valencia y Mallorca, pero lo más preocupante es que el Rayo ha sido incapaz de mantener su portería imbatida en los siete encuentros disputados como visitante.