El 2022 arranca fuerte en Vallecas. Tras visitar el Wanda y cumplir en Copa ante el Mirandés, el primer duelo liguero en el mejor estadio de la liga (en cuanto a resultados, se entiende) enfrentaba a dos equipos con aspiraciones de altos vuelos, con capacidades europeas. El Betis de Pellegrini debía pasar un duro examen ante el Rayo de Iraola, coronavirus mediante. Porque el virus sigue siendo protagonista y una vez más provocó bajas.

Pero el fútbol es un deporte maravilloso que pocas veces defrauda. Rayo y Betis necesitaban la victoria para seguir aspirando a lo más grande. Un partido que nunca tuvo un premio tan grande, un partido de dos equipos agigantados por su excepcional rendimiento en una primera vuelta que les ha permitido codearse con los más importantes de un campeonato en el que ambos clubes han tenido una altísima dosis de protagonismo.

El partido se empezó a jugar desde la alineación inicial. El Rayo no tenía a Dimitrievski y con Alvaro en el banquillo improvisó un extremo zurdo tanque y potente como Nteka, con Falcao en punta de ataque.

El Betis arrancó el partido con la impronta de equipo potente, serio y peligroso y desde el primer minuto se lanzó a la ofensiva con el balón como protagonista y con sus hombres del medio del campo y delantera imponiendo su ley. El Rayo tenía trabajo extra en línea defensiva y entendía que la clave defensiva, como indió Iraola en la previa, iba a ser el punto a explotar en el partido de hoy.

Después del inicio prometedor de los verdiblancos (hoy completamente de azul), sería el Rayo el que tomaría el mando de las hostilidades para intentar inquietar a Rui Silva. Trejo tomó las riendas de un caballo que empezó a desbocarse en ataque, mientras Isi hacía diabluras entre líneas a la espera del zarpazo del Tigre. El partido ya estaba en ese terreno en el que destacan las figuras, cono dos equipos de nivel top sobre el césped.

Con los tímidos golpes de uno y de otro nos acercamos hasta uno de los momentos cumbre del choque. En una disputa de Alex Moreno con Isi, el ex jugador del Rayo vería la cartulina roja directa, dejando a los suyos en desventaja numérica y con la obligación de recomponer el equipo. Dicho y hecho, Pellegrini sacaba del campo a Borja Iglesias y daba entrada al mexicano Cuadrado.

Se acababa una primera parte igualada en intenciones, pero sin la pegada definitiva para variar el destino del 0-0 al descanso, o eso parecía. Nteka cruzó demasiado un buen balón al hueco, con Rui Silva suspirando al comprobar cómo ese remate se marchaba sin tocar red. Pero el Betis no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de los siete de añadido y en una gran acción de Fekir, con pase de Bellerín, Canales la empujó a puerta vacía para llevarnos la contraria y obligar al mejor local de Europa a poner toda la carne en el asador de la segunda mitad.

El partido se reanudó sin cambios en cuanto a sus protagonistas, pero con una variación clara en las intenciones de unos y otros. El Betis daba un paso atrás, mientras el Rayo lo daba al frente. El Betis quería salir al contragolpe, mientras el Rayo mandaba en busca del empate. El Betis se defendía, mientras el Rayo atacaba.

Falcao tuvo el empate en un remate de cabeza que salió desviado instantes después del primer movimiento de Iraola desde el banquillo. El de Usúrbil intentó explotar la superioridad numérica y la marea ofensiva para sentar a Oscar Valentín y dar entrada a Sergi Guardiola. Después serían Bebé y Alvaro los que tomaran el testigo de Nteka e Isi, que ya había agotado todas sus reservas. Estábamos en el ecuador de la segunda mitad y el partido estaba totalmente volcado hacia campo sevillano, aunque el Betis aparentemente no sufría demasiado.

Los arreones del Rayo eran constantes, aunque limitados en peligro hasta que en un barullo en el área Falcao estrelló un balóne en el poste, intentó rematar de nuevo, también Trejo y en el balón rebotado Balliu remachaba al fondo de la red para provocar la explosión de una grada que seguía creyendo en la remontada. El lateral ni celebró el gol, salió corriendo hacia su campo, porque quería ganar. La rabia contenida de Vallecas salía a borbotones.

Falcao la tuvo en un escorzo para rematar de cabeza, sin fortuna, y también Sergi Guradiola con un disparo que casi supuso el segundo. Una llegada de Balliu por la derecha finalizó con Alvaro García rematando de cabeza y Rui Silva deteniendo sobre la línea de gol. El Rayo estaba desatado y buscaba la victoria.

Probó fortuna Bebé y después lo intentó Alvaro, el Rayo seguía a lo suyo mientras el Betis alargaba al máximo las acciones para arañar el punto que, a falta de unos minutos conservaba con dificultad.

Al final, los intentos del Rayo fueron infructuosos y, por segunda vez esta temporada, el Rayo se quedaba sin ganar... aunque sigue sin perder.