Vallecas se volcó desde varias horas antes con la presencia del Rayo Vallecano en las semifinales coperas. Hacía 40 años que no se vivía una eliminatoria de este nivel y la afición demostró, una vez más, estar al mejor nivel de animación de todo el país. Desde la habitual 'quedada' en los bares y locales cercanos al Estadio de Vallecas, pasando por el corteo y la entrada al estadio para finalizar con una espectacular puesta en escena dentro del recinto franjirrojo, la noche, en clave de afición fue un auténtico y rotundo éxito.

El miércoles el fondo se pobló con los aficionados necesarios para arrastrar al resto del estadio con sus cánticos y el ambiente mágico de Vallecas volvió a lucir con todo su esplendor. Un tifo coronando la salida de ambos equipos al terreno de juego nos recordó épocas mejores en las que el fútbol siempre se vivía con tanta o más intensidad fuera que dentro del terreno de juego.

El minuto 5, con el gol de Alvaro a pase de Balliu y el minuto 24, con el bufandeo que tiñe la grada de franjirrojo fueron momentos culminantes de una espectacular noche que siempre quedará en la memoria de los presentes por la intensidad, la emoción y la pasión vividas en 90 minutos que tendrán su continuación con el partido de vuelta en el Benito Villamarían el próximo 3 de marzo. Hasta ese momento, toca centrarse en la liga, y seguir disfrutando de un recuerdo imborrable. Vallecas escenificó la locura por la copa.