Ayer se enfrentaron en Vallecas dos equipos con una personalidad muy definida, la de sus dos entrenadores. El Rayo de Iraola, un entrenador tranquilo, pausado, que intenta pasar desapercibido y el Atlético de Simeone, un entrenador visceral, puro nervio y que tiene el protagonismo que muchas veces le quita a su propio equipo. El Rayo de Iraola presionando alto y buscando tener protagonismo con balón. El Atlético de Simeone dejándose presionar y buscando salir con velocidad y verticalidad.
En la banda pudimos ver los dos estilos de entrenador. Simeone constantemente de pie, gesticulando, moviéndose de lado a lado; Iraola dando instrucciones desde la calma y sentándose de cuando en cuando para disfrutar del buen partido de su equipo.
Diferentes en la forma de expresar el fútbol y en la forma de expresarse en la sala de prensa. Contundente uno, mucho más dialogante el otro. Diferentes hasta en la forma de abandonar el campo. Simeone a la carrera, Iraola pensativo y 'mascullando' una derrota para nada fruto del mejor fútbol del rival.
Ayer se enfrentaron dos entrenadores con estilo diferente, dos entrenadores 'top'.