Con una plaza Juan de Malasaña llena hasta la bandera, Sergio Camello dio el pistoletazo oficial a las fiestas de Nuestra Señora de la Torre con un pregón lleno de momentos emotivos y que tuvo que interrumpir en un par de ocasiones al quebrársele la voz.

El delantero ofreció ante cientos de vallecanos y rayistas su medalla olímpica de oro que conquistó en los Juegos Olímpicos de París 2024. Su nombre ya forma parte de la historia del Rayo Vallecano y así lo quiso dejar claro en su discurso que reproducimos íntegro a continuación:

Buenas noches a todos, buenas noches vallecanos. Mi segundo barrio y prácticamente el 50% de mi corazón. Gracias por invitarme en un día tan especial. Quería dar las gracias a las autoridades aquí presentes pero sobre todo a los vallecanos y a los rayistas. Nunca pensé que daría un pregón pero la verdad es que la vida me ha ido regalando momentos que soñé pero que no sabía que se cumpliría.

Desde que llegué a Vallecas supe que este era un lugar para cumplir sueños porque este barrio, este pueblo, este distrito tiene alma. El alma de un barco pirata que surca casi siempre en las aguas turbulentas del gran mar de Madrid. Un alma combativa, de acogida y que te arrebata. Igual que el Rayo que vestimos cada día los afortunados jugadores del Rayo Vallecano.

Los futbolistas del Rayo somos unos privilegiados porque podemos representar el sentir de un barrio en la mejor liga del mundo. Y eso es un orgullo. Para mí el fútbol es un balón desgastado, una calle, muchos niños y una portería con dos palos hechos con dos chaquetas sobre el suelo. El fútbol es deporte, es vida. El fútbol de barrio es el origen de todo.

Vallecas me acogió sin preguntar de donde venía o quién era. Me dio una camiseta y toneladas de cariño. A Vallecas no le gustan los ídolos, a mí tampoco. A mí me gusta la gente de verdad que es lo que veo yo aquí. Vengo a ponerme ante vosotros con la máxima humildad para entregaros algo que es vuestro: esta medalla de oro... que es otro sueño cumplido y que prometí que la traería aquí con vosotros. No supe que sería de aquella manera pero lo único que deseaba era ofrecérosla a vosotros, la gente que me hace feliz y que me está dando la vida ahora mismo.

Este sueño es mío y también de todos vosotros. Después de mi familia sois lo más grande que tengo. No se me ocurre mejor plan que unas fiestas de pueblo, de barrio, unas fiestas populares, música, amigos y vida. Por eso es un orgullo estar aquí en un día tan especial para vosotros. Estamos en un año muy especial para todos que es el del centenario y espero que podamos regalaros un año de muchas sonrisas en el estadio de Vallecas.

Prometemos dejarnos el alma y defender la camiseta como siempre: con valentía, coraje y nobleza. Por todos los que han vestido esta camiseta antes y para ser el legado de todos los que vendrán después. Gracias por permitirme vivir este momento tan especial, gracias por hacerme sentir parte de la familia vallecana y no dudéis de que cada éxito personal llevará el sello de Vallecas y un lugar en mi corazón.

¡¡Que disfrutéis mucho de las fiestas de Nuestra Señora de la Virgen de la Torre. Viva la Virgen de la Torre. Viva Vallecas y Aúpa Rayo. ¡Qué bote Vallecas! Os quiero mucho, disfrutad!!