Opinión. Todavía no me acostumbro a verle sin el brazalete, que no sea la brújula que nos guía, la voz del rayismo y el estandarte de este equipo. Todavía no me acostumbro a verle sobre el campo y que el capitán sea Alvaro o sea Oscar Valentín o sea Isi... no termino de acostumbrarme. No tiene nada que ver con ellos, dignísimos capitanes todos, sino que tiene que ver con él. En septiembre tuve el honor y el placer de charlar con Trejo en directo en nuestro programa de radio y me dijo que "son muchos años juntos, tuvimos una reunión los capitanes y el míster y me pidieron que volviera. Les di mi opinión sincera de que no me veía por cómo estaban las cosas. No hablo solo del primer equipo sino a nivel de club que es donde representamos el escudo y la identidad. Creo que las cosas desde que yo dejé la capitanía no han cambiado. Sería un niño pequeño con una rabieta si antes dije que no y ahora digo que sí. Esto es sentarse a hablar, explicar lo que podríamos hacer entre todos y si existiera esa posibilidad, la barajaría y la tendría en mente... Pero teniendo a Óscar, Isi, Álvaro e Iván que son los capitanes estamos muy bien representados". Así lo explicó. Y las cosas siguen sin haber cambiado nada y Oscar Trejo sigue sin lucir su brazalete, el que se ha ganado a pulso como futbolista, pero mucho más como persona.
Trejo ha entendido desde el principio cómo respira Vallecas, es feliz aquí y si no entiendo lo del brazalete, mucho menos entiendo que a estas alturas no se le haya puesto la renovación sobre la mesa para que la firme inmediatamente. "Si por mi fuera en cinco minutos se soluciona", nos dijo el domingo. ¿A qué esperamos entonces? Hubo un día que se marchó Piti, del que Jémez decía que era "más del Rayo que el escudo", un día que se marchó Míchel, un día que se marchó toda aquella gente que, fueran de aquí o no, habían sabido representar los valores y la singularidad de un equipo diferente a todos. ¿El Rayo va a permitir que Trejo se marche así como así? Sería imperdonable. Porque si Piti era más del Rayo que el escudo, Trejo es el escudo en sí.
Su idea es clara y en aquella entrevista a la que aludía antes me dijo que "estoy feliz y quiero ayudar de la manera en la que puedo. Siempre me he fijado que podemos hacer las cosas cómodas a mucha gente, porque nosotros estamos cómodamente instalados. Hay mucha gente por la que pelear. Siempre he tenido gente que han hecho actos y gestos de los que he aprendido. Sé que hay que cuidar a todo el colectivo del club. No solo a los jugadores". Así es él, así es Oscar Trejo, ese futbolista que marca un gol después de mucho tiempo viendo los toros desde la barrera y se lo dedica a su familia, a sus hijos, que "seguro que dormirán felices". El quiere quedarse en Vallecas, ellos (su familia) también, porque son del Rayo, porque son de Vallecas.
De verdad que no, que no me acostumbro a verle jugar sin el brazalete, sin ser el capitán del Santa Inés, pero mucho menos me acostumbro a la incertidumbre de saber si el Rayo hará las cosas bien y renovará al buque insignia de su gente o si nos dejará huérfanos una vez más.
El Rayo debería renovar a Trejo a la voz de ya, pero además debería afrontar internamente los cambios que todos pedimos y que lamentablemente siguen sin llegar. La renovación de Trejo espero que sí, la capitanía de Trejo me temo que no. Seguiré sin acostumbrarle a verle sin brazalete, pero espero seguir viéndole en Vallecas, en el Rayo. Trejo renovación, ya.