El Rayo Vallecano no quiere dejar pasar una nueva oportunidad para reencontrar la intensidad y el ritmo de su fútbol y, de paso, hundir un poco más a un Osasuna que actualmente ocupa puestos de descenso a Segunda División. Los franjirrojos, que esta semana se están entrenando en las instalaciones del Real Madrid en Valdebebas, por un problema con el césped de la Ciudad Deportiva de la Fundación del Rayo, viajan a Pamplona con lo puesto por las lesiones de varios jugadores que, poco a poco, han ido cayendo en las apenas diez jornadas de liga disputadas. A los José Carlos, Seba Fernández, Galeano y Zé Castro, lesionados de diversa gravedad en este accidentado inicio liguero, esta semana se ha unido el mexicano Nery Castillo, que tardó una eternidad en estar disponible para Paco Jémez -no hizo la pretemporada con el resto del equipo por lesión- y que ahora estará fuera por un tiempo inicialmente estimado entre cuatro y seis semanas.
Con tantas bajas, la buena noticia llega con el regreso de Saúl, al que el Comité de Apelación retiró dos de los tres partidos con los que Competición le había sancionado tras su expulsión en Almería. Junto a él, se incorporan al equipo dos canteranos, Adrián Embarba, habitual en este inicio liguero y Rubén Ramiro, uno de los grandes destacados del filial en Tercera División, que viaja a Pamplona con un ojo puesto en el partido y otro en el Comité de Competición, puesto que fue expulsado en su partido con el "B", lo que le podría inhabilitar para disputar el choque de mañana en el Reyno de Navarra. Por esta razón, Jémez ha decidido llevarse a diecinueve jugadores.
El técnico franjirrojo ha pedido a sus delanteros e interiores mucho más compromiso en el trabajo de presión. Para Jémez, el fútbol de recuperación lo inician los delanteros y los interiores, lo continúan los centrocampistas y lo finalizan los defensas, si alguna de las líneas no cumple con su trabajo, el planteamiento se viene abajo, y esa es una de las premisas que el técnico quiere cumplir para asaltar el Reyno de Navarra. Para conseguirlo, es probable que introduzca alguna variación en el once buscando mayor profundidad, mucho más desborde. Seguramente el cuerpo le pide dar entrada a Embarba para desbordar por banda, e incluso a Rubén Ramiro, jugador en el que ya confió la temporada pasada en el encuentro ante el Sevilla en el Estadio de Vallecas. Esta segunda opción dependería, en todo caso, del fallo favorable del Comité. Es bastante probable que sus ánimos se topen con la cordura y que en un partido tan importante como el de mañana, los aires de renovación se vayan produciendo poco a poco.
Osasuna, sin Damiá, intentará el intercambio de lugares con el Rayo
El C.A. Osasuna afronta el choque con el Rayo Vallecano inmerso en la polémica tras la controvertida expulsión de Damiá, durante el encuentro que los rojillos perdieron en el Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla. El Comité de Competición ha sancionado con un encuentro al defensor del conjunto navarro, aunque acudirán a Apelación en busca de deshacer lo que consideran una sanción injusta.
Javi Gracia, técnico de los locales, ya avisa de las intenciones de los suyos al enjuiciar el juego de los vallecanos. Calificándolo de valiente y que afronta los choques "a pecho descubierto", daba la clave al afirmar que "están sufriendo en las transiciones rápidas". Esta afirmación deja las cartas boca arriba encima del tapete, Osasuna correrá y correrá en cada recuperación de balón para desarbolar a la defensa vallecana.
Osasuna llega al encuentro con los franjirrojos con dos victorias en su casillero, una en casa ante el Elche y otra a domicilio, frente al Málaga, ambas por la mínima (2-1 y 0-1, respectivamente). Una victoria ante el Rayo les sacaría del descenso, dejando su sitio a los de Jémez.
