El Rayo Vallecano se ha olvidado de ganar lejos de Vallecas. Esta temporada, el equipo de Sandoval ha sumado un pírrico empate 'in-extremis' ante el Reus, en un partido en el que mereció perder, acumulando cinco derrotas para un total de seis encuentros como visitante, que hacen más profunda la herida provocada por el Rayo de la temporada pasada. Con Paco Jémez al mando, el conjunto franjirrojo tan solo logró una victoria lejos de su estadio la temporada pasada, en el mes de Septiembre (Las Palmas - cuarta jornada), no volviendo a saborear un triunfo desde entonces. Más de un año de decepciones que en la actual temporada ni siquiera han venido acompañadas de empates que alivien la situación. Esta plantilla, en la que se mantienen hasta once jugadores del plantel que en la 2013/14 logró hasta siete victorias foráneas, no sabe ganar lejos de casa. De aquel equipo se mantienen actualmente el portero Toño; los defensas Nacho, Amaya, Quini y Zé Castro; los centrocampistas Baena (que todavía no ha podido jugar), Trashorras, Alex Moreno, Embarba y Lass y el delantero angoleño, Manucho.

En el cómputo total que abarca la pasada temporada y lo que llevamos de esta, el Rayo ha disputado un total de veinticinco partidos como visitante, logrando la mencionada victoria ante la U.D. Las Palmas, ocho empates (siete el año pasado y el de Reus de este año) y un total de dieciséis derrotas (cinco de ellas en esta campaña). Estos números, demoledores en sí mismos, contrastan con lo vivido en las temporadas precedentes, en las que el Rayo fue un digno competidor lejos del Estadio de Vallecas. Si nos remontamos a la temporada 2014-15, los de Jémez fueron el octavo mejor visitante de Primera División con siete victorias, dos empates y diez derrotas. Un año antes, serían los decimosegundos con cinco victorias, cuatro empates y diez derrotas, mientras que en la 2012-13 lograron el mejor resultado al finalizar séptimos con siete victorias, dos empates y diez derrotas (mismo bagaje que en la 2014-15). En la primera campaña en Primera División, a las órdenes del actual técnico franjirrojo, el Rayo finalizó como décimo visitante al acumular cinco victorias, tres empates y once derrotas.

Estas comparativas se quedan en nada si recordamos lo sucedido en la temporada 2010/11, también con Sandoval en el banquillo. Aquel año el Rayo consiguió ascender a Primera División con unos números espectaculares que le llevaron a finalizar segundo tras el Betis, pero primero como visitante al lograr diez victorias, seis empates y apenas cinco derrotas en los veintiún encuentros disputados lejos de Vallecas. Aquel Rayo salió victorioso en el cincuenta por ciento de sus apariciones, perdiendo apenas uno de cada cinco partidos como visitante.

Causas diversas para unos resultados poco alentadores

En Vallecas muchos se preguntan por las claves de estos números. El Rayo está potenciando este año la tendencia mostrada la temporada anterior, llevándola al extremo. Mientras el año pasado los de Jémez conseguían salvar algunos puntos merced a empates, circunstancia ciertamente anómala en la trayectoria del técnico andaluz al frente del equipo vallecano, este año ese escenario no se está produciendo. El equipo de Sandoval juega muy mal como visitante y sus resultados así lo demuestran. Perdió con justicia en Elche, Almería, Oviedo y Tenerife, quizá pudo haber salvado un punto en Anduva ante el Mirandés, pero 'rescató' uno en Reus tras un partido en el que mereció perder. Así las cosas, la primera razón es el juego, muy alejado de lo que se espera de un equipo con aspiraciones a ascender a Primera División. Además, esta Segunda División no tiene nada que ver con la de hace seis años en la que tanto Rayo como Betis fueron netamente superiores a la mayoría de sus rivales. Esta competición está tan igualada que dos victorias o dos derrotas sitúan a cualquier equipo en la zona alta o en la baja. Por último, todo lo que está envolviendo al vestuario desde la pretemporada hasta la actualidad tampoco está ayudando a que los resultados sean favorables. Jugadores que quisieron abandonar el equipo, 'movidas' internas supuestamente solucionadas y un alto índice de lesionados, han provocado que la trayectoria de este Rayo esté muy alejada de la estabilidad necesaria para trabajar con tranquilidad y enfocados a resultados a través del juego.

Entre tanto, y viendo cómo marchan las cosas, en Lugo y Valencia, próximos destinos del Rayo como visitante, ya se frotan las manos ante la llegada del peor equipo de la categoría lejos de su estadio.