Raúl Baena era, sin duda, una de las grandes esperanzas de continuidad en el proyecto del actual Rayo Vallecano. La afición franjirroja, necesitada de referentes dentro del terreno de juego, había 'adoptado' al malagueño para hacer de enlace entre la maraña de jugadores con más experiencia y las nuevas generaciones, ofreciendo un perfil diferente al otorgado a Roberto Trashorras. El fútbol de garra y entrega de Baena era muy apreciado por los seguidores vallecanos, que consideraban valiosa su aportación y la compañía a ofrecer a jugadores de futuro como el joven Fran Beltrán. Así se entendía también en los despachos del club vallecano, donde se ha intentado atar a un jugador que, con ofertas más suculentas procedentes de otros equipos (principalmente de los descendidos esta misma temporada de Primera División), ha terminado por salir del club franjirrojo para emigrar al destino favorito de un gran número de ex-jugadores del Rayo. El Granada C.F. anunció hoy la llegada de Baena, que acompaña a Quini, para reforzar al conjunto nazarí las próximas tres temporadas.

Baena llegó a Vallecas procedente del Espanyol aportando un aire diferente tanto en lo personal como en lo profesional a un grupo de jugadores que, de la mano de Paco Jémez, consiguió los mejores éxitos de los últimos tiempos en el cuadro vallecano. Tras una lesión de larga duración que le impidió finalizar la temporada anterior y que le obligó a estar fuera de los terrenos de juego durante buena parte del pasado campeonato en Segunda División, el Rayo perdió durante muchos meses a un jugador que anteriormente había sido casi indiscutible en la medular.

Con el campeonato finalizado y una vez concluía su relación contractual, Baena escuchó ofertas y finalmente se terminó decantando por el Granada, pese a los rumores que le situaban más cerca de Osasuna que de cualquier otro equipo, poniendo punto final a cuatro temporadas en Vallecas.