PUBLICIDAD

ESTADIO DE VALLECAS

Cara limpia... culo sucio

El Estadio de Vallecas presenta un estado lamentable que no invita al optimismo y que deja serias dudas sobre su seguridad

Escrito por Domingo, 27 Agosto 2017

    OPINIÓN. "Reuniones interminables, contactos eternos, conversaciones infructuosas. Todo esto sucede mientras el tiempo pasa y lo hace en contra del Estadio y en contra de la seguridad de todos los que allí nos concentramos semana a semana".

    OPINIÓN. La situación actual del Estadio de Vallecas, el templo del rayismo, la casa de miles de vallecanos que semana tras semana acuden allí a dejarse el dinero y las gargantas, es demencial. Insoportable estado, peligrosa situación, penosa dejadez, lamentable especulación de unos y otros. En definitiva, el Estadio de Vallecas es cualquier cosa menos un lugar digno de ser frecuentado por miles de personas. Y entre tanto, unos se escudan en los otros y los otros echan las culpas al anterior y así en un bucle infinito. Mientras esto sucede, con una Inspección Técnica de Edificios desfavorable, cada quince días miles de personas van a un lugar poco seguro en apariencia y en realidad. No es cuestión de escandalizar, ni de meter miedo, no somos sospechosos de exagerar ni de prestar más atención a azuzar a las masas que a reflejar la realidad. No, no lo somos. Simplemente, el Estadio de Vallecas no puede seguir así. Me da igual si es el Rayo, la Comunidad de Madrid, Presa, Cifuentes o Rita la Cantaora, me importa poco. Lo único que sé es que yo, como un abonado más, y tú y toda mi familia y tus amigos y los míos, pagamos y exigimos, y lo hacemos no por capricho, sino por necesidad y por seguridad. Esto es inaguantable, inasumible y vergonzoso.
     

    Reuniones interminables, contactos eternos, conversaciones infructuosas. Todo esto sucede mientras el tiempo pasa y lo hace en contra del Estadio y en contra de la seguridad de todos los que allí nos concentramos semana a semana. El Estadio de Vallecas pertenece a la Comunidad de Madrid y cede su explotación al Rayo Vallecano, que debe encargarse de su "mantenimiento". Ahí radica uno de los graves problemas de esta situación. ¿Qué entienden unos y otros por mantenimiento? ¿Quién debe pagar los arreglos, las obras, las mejoras, la adecuación...? ¿Es responsable el Rayo de la situación actual? Evidentemente. Primero porque si de ese mantenimiento se desprenden actuaciones no realizadas que han derivado en problemas mayores, no hay más que hablar, y segundo porque si se detectan anomalías que corresponde solucionar al propietario debería haber exigido estas mejoras, soluciones y arreglos antes de degenerar más la situación. ¿Es responsable la Comunidad de Madrid? Sin lugar a dudas. Primero por permitir que el estadio presente el estado actual, segundo por mantener un edificio como este en el que cada año se concentran miles de personas en condiciones lamentables y tercero por no exigir al "inquilino" el mantenimiento mínimo que requiere un estadio de fútbol.

    No es admisible que año tras año los baños vayan degenerando, que las butacas del estadio estén como están, que los accesos, las gradas, las columnas y toda la estructura presente la imagen que presenta. Indiscutiblemente inaceptable.

    No es cuestión de ser catastrofistas, pero la realidad muchas veces supera a la ficción y no será porque no se ha avisado. Las peñas se han posicionado claramente, ha habido reuniones con políticos de todas las tendencias (derechas, izquierdas, centro… o del signo que sean), para nada. Sigue pasando el tiempo y el Estadio de Vallecas sigue poco a poco avanzando en su estado de putrefacción, de degeneración. Basta darse una vuelta por el interior del mismo para apreciar la dejadez. Basta con hablar con quién sabe lo que pasa ahí día a día para entender que las cosas no funcionan como deberían. Lavar la imagen para las televisiones poniendo cartelitos de colores uniformes a petición de la LFP y hacerlo a última hora, deprisa y corriendo, y pasando por encima de la vida personal de quien debe hacerlo, roza el ridículo y se adentra en la vergüenza. Así es. No hay respeto por nada ni por nadie.

    Luego está el papel de la Liga, esa que vela porque el espectáculo sea el mejor del mundo y se llena la boca de decir que así es, la que pelea por conseguir que Zozulya juegue en Vallecas y la que lucha porque Neymar se quede en Barcelona. La misma que prohíbe que haya pancartas en el 'tiro de cámara', o que el espacio entre no sé qué línea y el fondo sea exactamente superior a no sé cuántos centímetros, ni más ni menos. Esa misma Liga que pide a los clubes información de la hora exacta a la que salta el aspersor que riega el césped y la hora exacta a la que se para, la misma que después de cada partido pasa revista a los clubes diciéndoles, en reuniones a la conclusión de cada partido, todas las "normas" que finalmente se han saltado. Esa Liga no se ocupa de lo más importante, la seguridad, el bienestar, la tranquilidad de los que van a sus espectáculos. ¿Responsable? Tanto como el Rayo o como la Comunidad de Madrid, por no decir más.

    Si el Estadio debe ser remodelado, que lo hagan y que lo hagan ya. Si cumple escrupulosamente con todas las medidas de seguridad que lo comuniquen a voz en grito, para dejarnos tranquilos (y haciéndose responsable aquel que lo asegure, por supuesto). Todo lo demás es puro artificio, lío de pancartas a destiempo, llenar gradas de manera artificial para que la televisión 'disfrute' con el espectáculo y un largo etcétera tan indigno como peligroso. Mientras todos intentan que se muestre la cara limpia, nadie se preocupa por ver que el culo está tan sucio que ya huele demasiado mal.

     

    Escucha PxR Radio

    SÍGUENOS EN TWITTER