U.D. LAS PALMAS 1 - RAYO VALLECANO 1

Con la resaca copera y el 'tema Zozulya' en el ambiente, el Rayo Vallecano afrontaba hoy el último capítulo de un 2019 que supuso el descenso de categoría y la confirmación de que la inercia decepcionante se mantenía hasta la fecha. La victoria 'in extremis' en el estreno copero ante un Tercera División no alivió la situación de un equipo que, en la liga, veía cómo se suspendía el partido ante el Albacete y todo quedaba pendiente de resolución por parte de un Comité de Competición que se ha tomado una semana extra para decidir el futuro de un partido del que ya se ha hablado demasiado a todos los niveles.

Lo de hoy era otra historia. Nada que ver con la crispación del partido ante el Albacete y nada que ver con la aportación de un Rayo diferente que tampoco dio la talla en Tarazona. Las Palmas de Pepe Mel esperaba con ganas de confirmar su gran trayectoria, su espectacular juego y sus aspiraciones de meterse en serio en la lucha por el objetivo de retornar a la Primera División.

Jémez mantenía a Tito en el lateral zurdo, dando continuidad a la apuesta del Alcoraz, y con Milic, Catena y Advíncula construía una línea defensiva que, sobre el papel, iba a tener un trabajo constante para detener las acometidas de un conjunto insular con mucha pólvora en los metros finales. El resto del equipo, con Mario Suárez en el eje central, y con Pozo, Trejo, Embarba, Andrés Martín y Piovaccari, era bastante previsible. La mejor noticia de la convocatoria, la incorporación del joven Marc Echarri, protagonista en el partido copero, esperaba su oportunidad en el banquillo.

El planteamiento inicial del Rayo era apretar arriba y recuperar balones para estar cerca de la portería de Valles. Pero el plan de Jémez se vino abajo en apenas seis minutos. Una fulgurante salida a la contra de los locales iba a ser culminada por Narváez para subir el 1-0 y empezar a poner contras las cuerdas a un equipo que necesitaba la victoria para acabar el año con buenas sensaciones.

Encajó mal el golpe el Rayo y, Las Palmas, jugando fácil, rápido y con mucha precisión, dominó el partido manteniendo a raya a un equipo franjirrojo al que se veía desesperado y falto de rumbo y criterio suficiente para reconducir la situación. 

A los veinte minutos, cuando parecía que el Rayo se recuperaba con la posesión del balón, un claro derribo sobre Adrián Embarba, excepcionalmente lanzado por el capitán franjirrojo, iba a igualar las fuerzas y devolvía a los de Jémez a un partido que no había empezado, ni mucho menos, conforme a lo establecido en la previa. El Rayo se vino arriba por momentos y, con la gran aportación y el peligro de Adrián Embarba en zona de ataque, buscó culminar sus mejores momentos con una remontada que instantes antes parecía una auténtica quimera.

De repente apareció Jonathan Viera de la nada y con un seco disparo tras una falta cometida por Milic hizo temblar la portería de Dimitrievski al estrellar el esférico contra el poste. El portero se confiaba y el golpeo del ex jugador del Rayo bien pudo haber supuesto el segundo gran disgusto para un Rayo que aparecía y desaparecía en un partido sin dueño. A la media hora iba a ser de nuevo Viera el que probase con un disparo cruzado que pasaba junto al palo. Las Palmas estaba mejor que el Rayo, tenía confianza y jugaba a lo que le gustaba. El Rayo no.

Los de Mel se marchaban al descanso con la sensación de haber sido superiores al Rayo sin haberlo podido refrendar en un marcador que premiaba en exceso a un timorato Rayo al que le costaba en exceso mantener la posesión del balón.

La segunda mitad arrancaba con un Rayo algo más incisivo y queriendo ir al ataque, pero a los cinco minutos de la reanudación, en una accidentada acción defensiva del conjunto canario, Oscar Trejo intentaba tirar de picardía llevándose el balón con la mano para marcar el segundo del Rayo. Esta acción, que pudo haber supuesto la ventaja del cuadro vallecano, terminó con la expulsión del argentino. El colegiado apreció claramente la mano de Trejo, que ya tenía tarjeta amarilla del primer tiempo y, con cuarenta minutos por delante, el 'Chocota' dejaba a su equipo en igualdad en el marcador, pero en desventaja numérica sobre el terreno de juego.

Con la diferencia de efectivos el conjunto insular daba entrada a Araujo, mientras que el Rayo sentaba a Andrés Martín para colocar a Saveljich en una defensa de tres centrales más dos hombres de banda con mayor recorrido. Lo intentó Embarba con un buen saque de falta que se marchó cerca del larguero y lo probó Araujo para rematar junto al poste tras superar a los centrales. Quedaba media hora y el partido seguía abierto.

El Rayo se defendió con orden y, pese a la insistencia del conjunto insular, logró mantener un marcador que se había complicado con la acción de Trejo. Jémez sacaba del campo a Pozo para dar la oportunidad a Oscar Valentín, autor del gol que dio el pase en la eliminatoria copera, instantes antes de entrar en la recta final de un partido en el que el Rayo se agarró al punto con uñas y dientes. Dimitrievski, tras el toque de un rival, estuvo varios minutos tendido sobre el césped mientras sus compañeros se refrigeraban y recibían instrucciones de un banquillo que quería lograr como fuera salir indemne de este partido.

Los minutos finales fueron agónicos. Las Palmas se fue arriba con todo y el Rayo, con todo el equipo 'colgado del larguero' de Dimitrievski, se defendió con todo para quedarse con ese punto que tanto trabajo había costado 'amarrar'. Que el 2020 venga cargado de alegrías. ¡¡Adiós 2019!! (por fin).