Andoni Iraola y Quique Sánchez Flores se saludaron cariñosamente antes de la disputa del Rayo Vallecano - Getafe. Fue el único momento de tranquilidad para ambos desde que saltaron al terreno de juego para la disputa del derbi, porque desde entonces los nervios y la tensión se adueñaron de la banda de banquillos, con dos entrenadores completamente metidos en la dinámica de un partido que requería máxima atención.
Ambos permanecieron durante largas fases del partido fuera de sus respectivos banquillos. En ocasiones dando instrucciones a sus jugadores, en otras 'dialogando' con el colegiado o con algún contrario. Tanto Quique como Iraola eran conscientes de la importancia del partido y de los tres puntos en juego y ambos lo escenificaron perfectamente en un duelo de banquillos de 'alta tensión'.