La pasada campaña el Rayo Vallecano sufrió dos penalties por manos que podríamos considerar cuanto menos discutibles. Imaginamos que recordaréis la de Balliu contra el Valencia o la de Lejeune en Girona. Jugadas que costaron puntos a los vallecanos y que pudieron llevarles hasta Europa de haberse indicado de otra manera.

Con estos precedentes de manos que NO debieron haber sido pitadas, el conjunto franjirrojo pidió contra el Villarreal otra de esas manos que NO deben ser pitadas. Por el bien del fútbol y de una competición más justa esperamos que el criterio por fin se haya aclarado y el equipo franjirrojo no tenga que volver a sufrir un perjuicio como el vivido en la 2022/2023.

La pelota, despejada por un compañero, impactó en ambas manos del lateral. Se podría discutir si la posición de las manos es natural o antinatural pero obviamente el balón ni siquiera va hacia la portería y no hay jugadores del Rayo cerca de Alberto Moreno para aprovechar ese rechace. En las protestas por la mano tan clara como no punible vió la tarjeta amarilla Sergio Camello.