El Valencia terminó con 10 su partido contra el Rayo Vallecano pero pudo hacerlo con 9. Todo porque Alberola Rojas no hizo honor a su apellido (perdón por el chiste malo) y le perdonó a Hugo Guillamón la segunda amarilla cuando el partido transcurría por el minuto 35.
El jugador del conjunto ché vió la primera tarjeta amarilla por una patada abajo a Raúl de Tomás en un contragolpe. Apenas un minuto después, el Rayo volvía a salir en transición hasta que el centrocampista tocó el balón con la mano. Con el reglamento en la ídem, el jugador valencianista debió enfilar el camino a vestuarios.
Cierto es que a lo largo de esa primera mitad perdonó alguna que otra tarjeta más pero la acción pudo haber cambiado el signo del partido. De hecho, el colegiado tampoco estuvo acertado en la segunda mitad cuando solo sancionó a Thierry con amarilla cuando claramente era el último defensor aunque en este caso entró el VAR para avisarle de su error.