Opinión. Ayer fue un día de felicidad plena para un rayista, ayer fue un día muy especial para un jugador que se siente querido y valorado en Vallecas, ayer fue un día especial para el Rayo y para su afición, aunque no lo fuera para todos. Ayer, mientras la gran mayoría de aficionados del Rayo hacían su habitual peregrinación al Estadio de Vallecas, mientras muchos disfrutaban de los instantes previos a un partido con connotaciones importantes, mientras muchos soñaban con la victoria de su Rayo, mientras todo esto sucedía, en otro punto del barrio, muy cerquita del estadio se preparaba una ofensiva que nada tenía que ver con la que tenía en su cabeza el bueno de Alberto... Bueno.

Con un despliegue policial como el que estamos acostumbrados en Vallecas cada día de partido, con furgones policiales subiendo y bajando por nuestras calles, con un clima de tensión casi siempre injustificado, es complicado abstraerse y vivir el fútbol como un mero acontecimiento deportivo, como una fiesta, como un momento de esparcimiento y alegría.

Mientras, como decía, miles de aficionados del Rayo se preparaban para acceder al Estadio de Vallecas, a unos metros de ese lugar varios furgones de la policía se preparaban para lanzar su ofensiva contra el local de Bukaneros. Con una espectacularidad propia de cualquier redada antidroga, antiterrorista o anti lo que sea, un buen número de agentes de la Policía Nacional tomaban la calle Dolores Folgueras, cortaban el paso a propios y extraños y accedían al local que los Bukaneros tienen allí. ¿Qué buscaban? ¿Qué intentaban? ¿Control rutinario? Cualquiera sabe...

¿Bengalas? ¿Ese era realmente el objetivo del registro de la sede de Bukaneros? ¿Identificaciones indiscriminadas? Seamos serios, ¿hay "malos" en Bukaneros? ¿les conocen? ¿son culpables de algún delito? En caso contrario, ¿a qué viene tanto despliegue de medios? ¿quién paga este dispendio policial? y algo que me inquieta mucho más, ¿tanto policía dedicado a vigilar a un grupo de "ciudadanos sospechosos"?. Si había un "soplo" de que algo se estaba preparando para el partido ante el Levante y se evitó un altercado, que lo expliquen, si no es así, bajo el paraguas de un "control rutinario" no se puede impedir a la gente acceder a sus viviendas, ocupar una calle y montar un espectáculo que dé como resultado... ¡bengalas! No lo entiendo.

Por otro lado está el papel del club. Desde dentro nos cuentan que no pueden hacer mucho, que están atados de pies y manos y que cuando intentan mediar les impiden hacerlo. Desde fuera nos cuentan que el club ha hecho poco por ayudar a rebajar la tensión existente y que en determinados momentos incluso la potenciaron. Casualidad o no, en la misma semana en la que el Rayo emite un comunicado defendiendo a su afición, homenajeándola por su incondicional apoyo y aplaudiéndola por estar siempre junto a los jugadores, llega una redada policial que lo enturbia todo. Casualidad o no, cuando la afición del Rayo es protagonista... el protagonismo es para otros. Son varios los años, muchos años, que bajo a ver a mi Rayo, con mi bufanda y mi camiseta, con mi ilusión y mis ganas y, salvo en contadas ocasiones (menos que en otros lugares y mucho menos violentas que en otros lugares), Vallecas es un lugar donde disfrutar del fútbol... cuando nos dejan hacerlo.