EXTREMADURA 0 - RAYO VALLECANO 3

El portugués Bebé decantó el choque ante el Extremadura con dos acciones que 'noquearon' a un equipo que quería salir de la quema, pero que no pudo con los vallecanos.

Paco Jémez decidió que el sueño de Miguel A. Morro se quedara solo en una noche de 'obligación', cediendo de nuevo los galones bajo palos al macedonio Dimitrievski. Además, la banda derecha iba a ser ocupada por un Tito que suele ser más solvente defensivamente que Advíncula, aunque mucho menos profundo que el jugador peruano, que participó con su selección en un nuevo partido internacional. El resto del equipo era el previsible, con Luna por la izquierda, con el tridente Comesaña-Pozo-Trejo y con Alvaro y Bebé percutiendo por banda y Ulloa en punta de ataque.

El partido empezó muy intenso por ambos bandos. Estaba claro que los dos equipos, con aspiraciones muy diferentes, consideraban el partido de esta noche vital en su actual devenir liguero. El Extremadura buscaba confirmarse fuera de la zona de peligro, mientras que el Rayo intentaba hacerse fuerte entre los fuertes de la categoría. El  partido tenía ritmo y había espacios para correr.

Bebé rompería las hostilidades a los diez minutos de iniciado el partido. El extremo portugués decidió coger el camino de en medio y montó una contra que solo él podía preparar. El carrerón 'coast to coast' de Bebé, sorteando rivales, permitiría a Alvaro culminar el 0-1 en el mano a mano ante Casto. La jugada había nacido de un saque de esquina en contra y la inició Alvaro, que iba a acompañar a Bebé en su locura, para redondear un auténtico jugadón. Antes, Pozo lo había intentado en un eslalom rematado mansamente con la zurda, sin premio. El partido seguía siendo intenso y el Rayo peligroso. Un centro de Luna desde la izquierda iba a ser rematado casi de espaldas por Alvaro, obligando a Casto a enviar a córner.

Pasaban los minutos y el Rayo, todavía con el subidón del sprint de Bebé, seguía buscando abrir más la brecha. Pozo volvió a intentarlo desde lejos tras dejada de Trejo, pero su disparo se marchó alejado del portal local, mientras que Ulloa iba a gozar de dos nuevas ocasiones. En la primera tras pase de Alvaro, le taponaron el posible disparo, y en la segunda, tras un gran centro de Luna, no llegó a contactar con la bola por escasos centímetros.

Enfrente, el Extremadura le ponía al partido más corazón de cabeza y buscaba sorprender a Dimitrievski con disparos lejanos. Nono quiso golear a su ex equipo, pero Dimitrievski atrapó el balón, negando la última opción a un Extremadura que quiso recuperarse del mazazo del gol de Alvaro, pero que no encontró las vías para conseguirlo.

La segunda mitad arrancó con el Rayo controlando el balón y con Bebé siendo protagonista de nuevo. El portugués recogería un buen pase de Trejo para adentrarse en el área y sorprender a Casto en el palo corto. Bebé de nuevo protagonista. Las bandas eran auténticas autopistas por donde el Rayo encontraba el camino directo para hacer mucho daño y el Extremadura acusó el golpe. Comesaña lo vio claro y montó una contra que finalizó con remate de Pozo. El Rayo seguía a lo suyo en un partido que parecía resuelto y que únicamente él mismo podía complicar.

Bajo la lluvia de Almendralejo la afición rayista seguía llevando a los suyos hacia una victoria que el Extremadura no parecía estar en condiciones de discutir. Jémez metía contención en el centro con Oscar Valentín en sustitución de Trejo y el partido seguía en la zona de confort para un Rayo que apneas sufría las tímidas llegadas de los azulgranas. El conjunto vallecano juntaba líneas en torno a su área cuando los extremeños intentaban jugar en campo rival y buscaban salir con velocidad para seguir explotando los huecos.

Con casi todo resuelto, el balón parado, otra vez el balón parado, iba a dar un susto a la parroquia vallecana. Tras un saque de esquina finalizado con gol del Extremadura, el VAR iba a corregir la jugada por una clara mano en la acción anterior al remate final a puerta de Willy. Quedaban veinte minutos y el Extremadura, sin mucha convicción, había vislumbrado la posibilidad de generar peligro. En la siguiente acción, también tras el saque de un córner, los locales pidieron penalti, pero la revisión del VAR volvería a sonreir a los vallecanos.

A falta de quince minutos, Jémez decidió que era el momento de intentar matar el partido y ofreció a Bebé la posibilidad de llevarse la ovación de la noche en su sustitución. Entró Milic para cerrar la puerta a los sustos de estrategia de un rival que ya tenía que ir con todo a la desesperada. La calidad en el toque del balón de los franjirrojos debía hacer el resto.

En el tramo final vivimos la lesión de Willy, la tarjeta amarilla de rigor para Ulloa, los intentos desesperados del Extremadura por acercarse a Dimitrievski y una nueva contra del Rayo, en esta ocasión por la derecha, que iba a finalizar con derribo a Alvaro dentro del área. Ulloa engañó a Casto y finiquitó el duelo para algarabía de la grada de Vallecas, que disfrutaba con la primera victoria de su equipo lejos del barrio. El Rayo goleó y termina la jornada de sábado instalado en puestos de play-off.