Opinión. Han sido muchas las alegrías vividas a lo largo de más de una década dedicada en cuerpo y alma a cubrir la información del Rayo Vallecano. Han sido muchas las decepciones y desilusiones sufridas durante más de diez años dedicados, pudiendo y sin poder, a perseguir a los protagonistas y a intentar estar al día de la información del Rayo Vallecano. Hemos estado en lo más alto durante mucho tiempo y también hemos visto peligrar la continuidad de nuestro medio en más de una ocasión. Con el ascenso a Primera División de hace un par de temporadas, quién lo diría, en un momento de plena felicidad para todos, me plantee personalmente si esto tenía sentido, si merecía la pena seguir adelante. La falta de empatía del club con los medios más humildes de Vallecas, los que nacimos en las gradas del Estadio de Vallecas, los que crecimos en los campos de Segunda División y los que vivimos experiencias inolvidables en tantos y tantos lugares, siempre me ha parecido digna de ser estudiada. Siempre digo que en Aragón tienen su Heraldo y sus radios y su televisión volcados con el Zaragoza o el Huesca, en Soria tienen su Diario de Soria y emisoras locales que cubren la información del Numancia... pero Vallecas, este barrio, es diferente en todo, incluido eso y el Rayo no lo defiende, no lo fomenta. 

Que el pasado martes pudiéramos estar en Tarazona retransmitiendo el partido de copa fue una conjunción astral de dimensiones imposibles de explicar. Un medio sin apenas medios, un viaje de ida y vuelta en unas horas, llegar de madrugada a casa y al día siguiente madrugar para volver a la rutina diaria. En Vallecas, y ahora hablo del club, creo que no tienen ni puñetera idea de los esfuerzos que algunos medios hacemos habitualmente (y ahora lo hago extensible a otros tantos compañeros en la misma situación o parecida) y lo que me parece más grave, creo que no les importa. Gastos costeados de nuestros propios bolsillos, sin recibir nada a cambio, pelea constante para conseguir la información, trabajo duro para seguir haciendo lo que hacemos... (las felicitaciones recibidas después de unan retransmisión como la del martes por parte de determinadas personas, se agradecen... pero, sinceramente creo que no son suficientes).

Hoy, después de unos días de reflexión, como suelo hacer siempre, quiero venir a este escaparate para daros las gracias. Para dar las gracias a todos y cada uno de vosotros, y fuisteis muchos, muchísimos, los que nos acompañasteis en esta locura de viaje copero a Tarazona. Y quiero daros las gracias porque el esfuerzo, que siempre merece la pena, se ve tremendamente recompensado cuando percibimos el cariño que nos llega 'del otro lado'. En estas líneas no habla mi cerebro, lo hace mi corazón, ese corazón enamorado del Rayo desde el primer día que empezó a bombear sangre rayista, enamorado de esa grada desde el primer día que apareció por el estadio, enamorado de una franja que desde el primer momento se convirtió en motor de una locura que con sus altos y sus bajos, no parece tener fin.

El martes dije públicamente que iba a disfrutar aquel momento por ser el primero y por si fuera el último, ojalá no sea así. Dije que no me importaba quién marcara un gol o quién lo parara. Dije que lo único que quería hacer era disfrutar de algo para lo que este medio había nacido en la humildad, en la honradez y en el esfuerzo. Tarazona siempre estará marcado en el corazón de PxR Radio, el gol de Oscar Valentín después de 120 minutos de locura radiofónica siempre quedará impreso en la memoria de nuestro humilde medio y en la mía propia. Fue un orgullo narrar ese partido, fue un premio disfrutar de ese momento. El esfuerzo, infinito muchas veces, mereció la pena. Me gustaría repetir, quiero repetir. Pero en cualquier caso, y por si no fuera posible, no voy a dejar pasar la oportunidad de volver a agradeceros que decidierais pasar con nosotros ese rato de fútbol, ese rato de radio, ese rato de Rayo. ¡Larga vida al medio más pequeño y humilde de Vallecas! Gracias, de corazón (rayista).