Esta noche tanto Girona como Elche disputaban el último choque de la presente temporada en Segunda División. El empate sin goles del partido de ida de la final por el ascenso disputada en el Martínez Valero de Elche dejaba todo abierto para lo que sucediera hoy en Montilivi.

La responsabilidad atenazó a ambos equipos durante la primera mitad, que finalizó con el mismo resultado de la ida. Stuani tuvo la mejor ocasión de esos primeros cuarenta y cinco minutos, pero su disparo se marchó alto. El Elche, con un extraordinario trabajo defensivo, mantuvo a raya a los catalanes, entre los que estaban en el once inicial los exrayistas Borja, Diamanka y Mojica (además del portero Juan Carlos, que era suplente).

En la segunda mitad, y con media de hora de juego por delante, el Girona se quedó con un jugador menos por la expulsión de Stuani. El uruguayo dejó a los suyos con diez tras una acción en la que pisó a un rival a la altura del tobillo y que fue revisada por el VAR, porque el colegiado en primera instancia le había mostrado cartulina amarilla. En ese momento el partido cambio de rumbo y fue el Elche el que tuvo más protagonismo, aunque sin ocasiones de gol.

Con ocho minutos de añadido todo parecía llevar el partido a la prórroga, pero en el minuto 96 un centro desde la izquierda de Fidel y un remate en el segundo palo de Pere Milla sentenció la final (Pere Milla marcó el gol ante el Oviedo que dejaba fuera al Rayo y hoy lograba el tanto del ascenso). El último equipo en meterse en el play-off, pendiente de la resolución del Deportivo-Fuenlabrada, consiguió el billete a Primera.