Por fin llegó. La deseada, la esperada, la tan buscada durante los últimos 9 meses y que nos había sido esquiva. Una victoria que pone fin a 9 meses sin ganar en Liga en el Estadio de Vallecas. Han tenido que pasar 266 días desde aquella victoria contra el Alavés curiosamente por el mismo resultado. El Rayo Vallecano brilló en muchos tramos de partido y encontró el camino al gol de estrategia a la que está sacando un rendimiento extraordinario. Eso también se entrena. Y la mejor noticia, la vuelta a la portería a 0.

El Rayo Vallecano salió mandando al partido. Y antes del primer cuarto de hora podía haber dejado sentenciado el partido. Primero con un gol de estrategia al primer palo de Isi (el juego a balón parado está siendo el salvavidas rayista). Después con un córner en el que el balón se paseó por el punto de penalty sin que hasta 5 futbolistas franjirrojos atinaran a meterla. Y finalmente con una doble ocasión imposible de fallar de Trejo y Álvaro Garcìa que milagrosamente evitó Mamardashvili.

El Valencia estaba K.O. Habían entrenado con las dimensiones de Vallecas pero no ante un Rayo con ese hambre y ante una hinchada que apretaba en cada balón dividido. Lo que viene siendo sacarse el teórico y suspender el práctico. Los extremos rayistas entraban como cuchillo en mantequilla por las bandas. El vendaval rayista a más de 30 grados desesperaba a Gattuso en el banquillo visitante. El guardameta ché achicaba agua como podía. La goleada podía haber sido escandalosa antes del ecuador de la primera mitad. Pero en el fútbol, perdonar se acaba pagando.

Porque desde la media hora el Valencia se hizo con el control del centro del campo. El Rayo respiraba bajo el sofocante calor. Sufriendo en el bloque bajo también pudo sacar a la contra algunos latigazos. Pero el marcador no se movió antes del descanso.

La más clara para los chés la iba a tener Nico nada más arrancar el segundo acto. Preciosa combinación entre Thierry y Musah que el centrocampista mandó a las nubes cuando la grada naranja ya cantaba el empate. El susto hizo que a más de unx se le atragantara el bocata o perdiera el hambre definitivamente. El sabor amargo no le iba a durar mucho ya que apenas 4 minutos después de perdonar al Rayo iba a abrir distancia en el marcador. Autogol de córner y 2-0 que debió de llegar mucho antes.

Del 1-1 al 2-0 y sin parar de darle vueltas a la cabeza, Nico enfiló el camino al banquillo para dejar su lugar a un silbado Marcos André. El Valencia dió un paso al frente consciente de que tendría que apostarlo todo a una carta si quería sacar algo positivo de Vallecas. Pero como sucedió en la primera mitad, el Rayo olió la sangre y se lanzó a tumba abierta a por el tercero. Hasta en dos ocasiones iba a perdonar Álvaro García que hoy estuvo muy activo pero no muy acertado en la toma de decisiones.

A falta de un cuarto de hora para el final parecía que los de Vallecas tenían el partido controlado. El Valencia atacaba pero sin continuidad por los parones de los cambios, del cooling break y de la picardía vallecana. El equipo que maravilló goleando al Getafe se diluyó y sólo quedaron las individualidades pero hasta Lino y Kluivert se estrellaron contra un inspirado Dimitrievski que no tuvo mucho trabajo durante todo el partido pero que sacó dos manos tremendas. Donde no pudo llegar fue al córner que Diakhaby transformó en el 2-1 para llevar los nervios a la grada.

Sin que Pozo encontrara recompensa a sus pocos minutos ni Falcao consiguiera estrenar la casilla goleadora de los delanteros del Rayo se cerraba un partido que nos dejaba la mejor noticia del año. La deseada ya está aquí. 9 meses después.