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COLUMNA DE OPINIÓN

Opinión: La vida nos sigue brindando momentos irrepetibles

"Ahora que estamos a punto de decir adiós al 2022 quería contaros lo inmensamente feliz que soy"

Escrito por Lunes, 26 Diciembre 2022

    Opinión. "No necesito que sea un partido de semifinales de Copa, ni un estadio como el Villamarín, el Metropolitano, Mestalla, el Pizjuán o el Camp Nou, no, me basta con Sagunto, me sobra con Sagunto".

    Imagen del partido de Copa del Rey que enfrentó al Saguntino y al Rayo VallecanoImagen del partido de Copa del Rey que enfrentó al Saguntino y al Rayo VallecanoPasión por el Rayo

    Opinión. Han pasado muchas cosas en este último año. Han pasado muchas cosas en los últimos años. Y ahora que estamos a punto de echar el cierre al 2022 (hay que j* qué rápido pasa el tiempo), creo que es el mejor momento para contaros mis emociones y mis sensaciones tras un montón de meses sin narrar un partido del Rayo Vallecano.

    La última experiencia, única e irrepetible, o no (ya veremos), había sido en una semifinal de Copa en el Benito Villamarín. Rozamos la gloria con la yema de los dedos. Disfrutamos, sufrimos, nos emocionamos y, recapitulando, vivimos uno de esos momentos que dan sentido a los más de 14 años dirigiendo, con mayor o menor acierto, los destinos de un medio tan especial y único como Pasión por el Rayo. Aquella fue una experiencia que no cambiaría por nada, aunque tengo que decir que durante todos estos años he vivido tantos momentos que me parecieron únicos que ya no sé qué me puede deparar el futuro.

    Con la Copa de este año, que en la radio vivimos como si de verdad fuera la mejor competición del mundo (para nosotros lo es), regresaban esas emociones guardadas con tanto cariño en algún rinconcito de mi corazón franjirrojo, ese que vibra en las previas de cada partido en el Estadio de Vallecas, el mismo que lloró en Anoeta y que se emocionó en Girona. Con la vuelta de la Copa volvía a latir con fuerza ese sentimiento que creo que nunca alcanzaré a describir con palabras, pero que quien me conoce bien sabe a qué me estoy refiriendo. Lamentablemente, por circunstancias personales, me perdí el primer 'round' en Mollerusa. Un primer partido cubierto a las mil maravillas por dos monstruos como Nacho y Rubén, trabajazo el suyo de principio a fin. Chapeau.

    Pasamos de ronda y la vida me sigue brindando esos momentos irrepetibles a los que me refería antes. No necesito que sea un partido de semifinales de Copa, ni un estadio como el Villamarín, el Metropolitano, Mestalla, el Pizjuán o el Camp Nou, no, me basta con Sagunto, me sobra con Sagunto. Volver a estar de nuevo haciendo la presentación del partido, dando paso a las alineaciones o contando que Trejo saca de centro para mí ya es un momento único, máximo orgullo. Lo que viene despues llega solo, con cada latido de ese corazón rayista, con cada regate de Comesaña, con cada galopada de Bebé o de Alvaro o con cada parada de Diego López. Lo que viene después es el Rayo y ahí lo único que hago es dejarme llevar, disfrutar del camino y aprender, porque cada día aprendo.

    Han pasado muchas cosas este año y, como todos los años, algunas han sido buenas y otras no tanto, y ahora que estamos a punto de decir adiós al 2022 quería contaros lo inmensamente feliz que soy por poder vivir experiencias como la de Sagunto este año o como las de Guijuelo, Carballo, Haro, Teruel, Tarazona o Barakaldo años atrás. La Copa nos permite disfrutar de algo por lo que hemos luchado muchos años y si alguien me llega a decir hace dos décadas que a estas alturas iba a estar aquí escribiendo esto le hubiera llamado loco. Curioso, al final el loco soy yo. Bendita locura. Gracias.


     
     

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