El Rayo Vallecano, con Dimitrievski como protagonista, ya ha sufrido esta temporada la aplicación de la norma que impide a los porteros adelantarse en la línea de gol cuando se lanza un penalti. Pues bien, en el partido disputado esta tarde entre el Sevilla Femenino y el Rayo Vallecano Femenino, que finalizó con empate a dos goles, se vivió una situación que debió haber llevado a la repetición de la pena máxima final por dos motivos diferentes. En la imagen que acompaña a esta noticia se ve claramente cómo la portera del conjunto sevillano, que había cometido el penalti, estaba fuera de su posición en el momento en el que Oriana Altuve contacta con el balón. Su paso al frente y una gran intuición la llevaron a realizar una gran estirada para detener el golpeo de la venezolana. Primera infracción en el penalti.

No contentos con esto, en la misma imagen se puede apreciar cómo hasta dos jugadoras del Sevilla ya estaban dentro del área cuando Oriana remata. En esta acción la colegiada está por delante y no puede verla, pero debería haber sido avisada por la asistente de dicho área. Segunda razón por la que el penalti que hubiera supuesto la victoria del Rayo, tras ir perdiendo 2-0, debería haberse repetido.

Hay que recordar que en el fútbol femenino no hay VAR, pero estas dos infracciones deberían haber sido sancionadas por la colegiada y sus asistentes.