Os prometo que esta crónica no va a ser un 'copiapega' de la previa de Cádiz, pero el titular sí debía ser el mismo. El reinicio de la competición a puerta cerrada ha vuelto a privar a la afición del Rayo Vallecano de uno de sus desplazamientos más masivos y festivos. Las aficiones de Depor y Rayo se pierden otra jornada de hermanamiento en un reinicio cada vez más criticado por todos. 

Finalizada nuestra pataleta vamos con la Liga (llamarlo fútbol todavía me sigue dando no sé qué). Los franjirrojos jugarán su cuarto partido en menos de 10 días: Albacete, Cádiz, Fuenlabrada y Deportivo. Miércoles, domingo, miércoles, sábado. Ya tuvo 2 días menos de descanso que el Fuenlabrada con 1200 km de viaje hasta Cádiz y 6 días después vuelve a cruzar media España para jugar ante un Depor que jugó en Oviedo el mismo día que el Rayo, eso sí. 

Con esa carga de partidos y de kilómetros el once que alineará Paco Jémez podría no parecerse demasiado a lo que hemos visto en las últimas semanas. El técnico rayista apenas había incluido variantes en estas primeras jornadas. Pero en Riazor mínimo tendrá que hacer una, la de Advíncula por sanción, cuyo puesto lo ocupará Tito. Isi vuelve a la convocatoria tras sus dos partidos de sanción  y podría tener minutos, como también De Frutos que revolucionó el partido contra el Fuenlabrada. Dimitrievski, Tito, Milic, Catena, Saúl, Mario Suárez, Santi Comesaña, Isi, De Frutos, Trejo y Villar podrían ser los titulares.

En el otro banquillo, un viejo conocido de la afición vallecana, Fernando Vázquez. El técnico llegó al Deportivo de la Coruña con el único objetivo de lograr la salvación y el Rayo es uno de los nueve equipos que se interponen en ello en estas últimas jornadas. Su 11 suele ser bastante fijo, aunque para esta ocasión no podrá contar con Abduoulaye Ba por la cláusula del miedo que los de Vallecas incluyeron en su cesión al equipo gallego. 

Vicandi Garrido dirigirá el encuentro en el que no no sonarán voces vallecanas ni coruñesas para dar el último empujón a sus equipos en lo que debería haber sido otra fiesta del fútbol.