Una vez completada la primera fase, con el cubregradas de las laterales y el fondo del Estadio de Vallecas, arrancó la segunda parte de una tarde histórica para la afición del Rayo. La cuenta atrás para la salida de los jugadores del túnel del vestuarios sirvió para que los aficionados franjirrojos levantasen sus cartulinas a la vez completando un mosaico que volvía a sorprender por su espectacularidad. Un enorme 100 en la grada de Arroyo del Olivar, un enorme Rayo en el fondo de Payaso Fofó y un enorme escudo en la Avenida del Albufera iban a ser el colofón definitivo a una fiesta y a una iniciativa jamás antes intentada en Vallecas.