© PXR. Vallecas, 27 Octubre 2009
Alvaro Zazo está disputando el partido más complicado de su carrera deportiva. Lejos de los flashes de las cámaras, que inmortalizan los goles de Rubén Castro o las paradas de Cobeño, alejado de los micrófonos que recogen las reflexiones de Michel o Pepe Mel, el jugador del Rayo vive una pesadilla de la que espera salir airoso. De baja por ansiedad y con una sensación de marginalidad que dice estar sufriendo, Zazo ha dado “un paso complicado pero justo” para sus intereses y ha terminado denunciando al Rayo Vallecano por incumplimiento de contrato.

El centrocampista regresó durante la pretemporada a su casa, después de la cesión que le mantuvo en el Lorca la campaña anterior, y lo hacía con la ilusión de formar parte del plantel del Rayo para esta ilusionante nueva aventura en Segunda División. Sus escasas apariciones durante la pretemporada terminaron fructificando en una declaración de intenciones por parte del club, que no contaba finalmente con él.

Desde entonces, su estancia en el conjunto vallecano se ha limitado a las sesiones de entrenamiento donde, según denuncia el jugador, la “marginación cada día era mayor”. “En los entrenamientos he estado haciendo un trabajo diferente al grupo y como no tenía ficha y no podía desempeñar mi trabajo, me asesoré y creí que era lo más oportuno para defender mis intereses, que al fin y al cabo es lo que estoy haciendo”, aseguraba en una entrevista concedida en exclusiva a PXR.

Zazo dice estar “fastidiado por toda la situación que estoy viviendo desde hace bastante tiempo y estoy intentando llevarlo lo mejor posible. Me he asesorado porque lo que estaban haciendo conmigo no era lo más adecuado, ni lo más justo, y simplemente quiero que se resuelva de la manera más justa posible y nada más”.

Denuncia y a esperar

Esta situación le ha llevado a presentar una denuncia ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), que es la antesala a un proceso judicial al que espera no verse forzado a llegar. Su intención pasa por conseguir la carta de libertad para poder enrolarse en otro club, aparte de una indemnización económica que considera le corresponde por el incumplimiento del acuerdo al que llegaron ambas partes al principio de la presente temporada.

Zazo, a pesar de todo, no se siente engañado. “No, no es engañado. Yo defiendo mi situación y no pienso en engaños sino en defender lo mío y nada más. Espero que esto acabe cuanto antes, porque evidentemente el que peor lo está pasando soy yo. Ahora estoy de baja por ansiedad, el médico me ha recomendado que me quede en casa tranquilo, para ver si descanso mejor, y volveré cuando me den el alta”, nos decía.

“No cuentan conmigo y yo tengo que defender mis intereses. Mi intención es salir cuanto antes y seguir jugando al fútbol, que en el fondo es lo que quiero y lo que me gusta”, añadía. Para el jugador esta situación es “muy triste, sobre todo para mí, porque el que lo sufre soy yo y ahora solo queda esperar”.

Jamás hubiera pensado, cuando regresó a Vallecas después de su periplo por tierras murcianas, que su reencuentro con el Rayo Vallecano iba a terminar de esta manera, pero “así es el fútbol y cada uno mira por sus intereses. La situación no es la que me esperaba, ni la que me imaginaba, pero se ha llegado hasta aquí y como todo en la vida hay que afrontarlo e intentar salir lo más fuerte posible”.

Cuestionado sobre si cree que los aficionados franjirrojos entenderían que demandara al club, Zazo fue claro: “Yo creo que sí, que lo entenderán viendo que aquí el perjudicado de todo soy yo. Yo no denuncio porque me apetece, lo hago porque las cosas conmigo no se han hecho bien y me imagino que cada uno en su trabajo, si no se portan bien con él, lo intentaría solucionar de la forma más justa posible, que al fin y al cabo es lo que estoy intentando yo”.

Está claro que el futuro del centrocampista está lejos de Vallecas, aunque todavía sea demasiado pronto para pensar en próximos destinos. “No se me ha planteado la opción. Los consejos que me dan son que piense en el día a día, que intente estar lo más animado posible y que no piense en cosas negativas que desgraciadamente ahí están”, concluía.

Un sentimiento, una ilusión... ¡aúpa Rayo, aúpa campeón!