Tal vez una de las noticias menos positivas que deja la buena imagen del Rayo Vallecano en sus dos duelos en Portugal sean los 4 goles encajados. Es cierto que jugaba contra dos equipos más rodados y con aspiraciones europeas, pero salvaguardar la portería fue un aspecto clave para la salvación del pasado año que no se debería descuidar.

En ese sentido hay que destacar especialmente la figura de Miguel Morro, el joven cancerbero de la cantera rayista que vuelve a vivir una situación idéntica a la de todos los veranos. Porque el club franjirrojo sigue buscando recambio para Stole Dimitrievski y él se reivindica una vez más como un gran guardameta con dos grandes actuaciones en Braga y en Guimaraes donde no ha recibido ni un solo tanto en sus 90 minutos disputados.

Y no solo es que haya mantenido su portería a 0 sino que ha tenido varias intervenciones de mérito evitando manos a mano, disparos lejanos, chuts cercanos y mostrándose seguro en el balon aéreo. Suerte distinta ha corrido Dani Cárdenas quien no ha podido demostrar de lo que es capaz con sus guantes y ha encajado los 4 tantos de la pretemporada.