Ambientazo, así de simple se resume lo vivido hoy en Vallecas antes, durante y después de un partido que acabó 3-3 y que tanto en el césped como fuera de él fue puro espectáculo. Desde varias horas antes del inicio del encuentro, los aledaños del Estadio de Vallecas ya anticipaban lo que estaba por venir. El corteo por la Avenida de la Albufera iba a ser el primer paso en otra noche mágica. El espectacular tifo que cubrió la grada de Avenida de la Albufera, acompañado por el resto del graderío poniendo color al momento nos recordó a la celebración del Centenario, aunque este fuese algo más modesto que la locura que se marcaron hace meses.

Durante los 90 minutos la afición del Rayo volvió a ser protagonista volviendo a destacar en un momento cumbre. El equipo había ido ganando por 2-0, el Real Madrid logró empatar antes del descanso y cuando marcó el tercero, momento en el que cualquier otra afición se hubiese venido abajo, el estadio volvió a rugir como con el primer y el segundo gol, anotados por Unai y Mumin. Nada más recibir el 2-3 la grada se puso al frente de la situación y llevó a los suyos a lograr el empate e incluso en algún momento a soñar con volver a ponerse por delante.

El fin de fiesta volvió a ser el de las grandes ocasiones y, pese a no haberse logrado la victoria, equipo y afición disfrutaron de una 'Vida Pirata' que despide el año 2024 en Vallecas. Este barrio nunca se rinde y este estadio recupera su magia.